Capítulo 6: Fundición

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...Quizás lo haría luego.

Después cuando se le ocurra algo.

Los ojos de Sebastian se iluminaron cuando algo llegó a su mente.

Sergio estaba ahí, en su penhouse conviviendo con Kimi porque no tenía a dónde más ir; pero no, se suponía que Checo jamás llegaba al padook si no fuera con su esposa.

Algo debió haber pasado, además, él dijo que iría a esa comida junto con alguien más.
Vettel supo al instante que Sergio se había peleado con su esposa, siempre hablaba con él cuando la pareja se peleaba, que aunque no fuera muy seguido, eso afectaba mucho al tapatío.

La última pelea había sido hace mucho tiempo, significando que lo que sea que haya ocurrido en ésta ocasión, quizás sería algo grave.

Sebastian redordó esa última pelea, fué hace un poco menos de dos años, el mismo día de la boda. Cinco horas antes del evento Sergio llegó dos minutos tarde al local ya que el dueño había perdido las llaves. Carola hizo una escena y amenazó a Sergio con cancelar la boda, gracias a eso el evento se retrasó seis horas, y aunque la boda sí se realizó, la pareja tardó meses en recuperar su relación.
De un momento a otro la mexicana cambió su actitud por completo, de manera repentina; y después de eso no volvieron a haber peleas.

Ahora, Sebastian tenía la oportunidad de controlar a Sergio.
Ahora que su pieza dorada pendía de un hilo y se derretía cual glacial desprendido del Ártico, otra oportunidad apareció ante sus ojos.

Un nuevo banquete recién servido de carne fresca. Carne directamente exportada desde Guadalajara Jalisco.
A él le constaba que Sergio era de buena calidad, sin embargo, el mexicano jamás consideró dudar de sus sexualidad.
Eso sería un problema, desprender al mexicano de sus enseñanzas más marcadas.

Llamaron a la puerta y Sebastian no dudó en ir a abrirla, dejando pasar a un grupo de personas que dejaron la mesa servida.
Se dirigió hacia el comedor, dejándose llevar por el olor de la rica comida recién hecha. Perdiendo el hilo de la idea de su nuevo juego, sin embargo, no lo olvidaba, su hambre aún no se saciaba, y eso no lo olvidaría para nada.

Salió de ahí dirigiéndose hacia la sala, se sentaría junto a Räikkönen, le avisaría sobre la cena, y quizás, solo quizás, le daría un beso indicándole que quería tener sexo; porque claro que quería, Kimi aun era suyo y tendría que aprovecharlo antes de reemplazarlo por Sergio.

Justo antes de caminar, el sonido de la puerta de la habitación de Räikkönen atrajo su atención. Sergio salió de ésta con el pelo húmedo, se había dado un baño, además, Kimi le había prestado un cambio de ropa, y verlo con ella puesta no le agradó nada a Sebastian.

-Que bueno que decidiste tomar una ducha-. Dijo y comenzó a caminar hacia el tapatío.

-Sí bueno, la nesecitaba-. Checo tomó la toalla que tenía en sus manos y la llevó hacia su cabeza para secarla.

-No realmente-. Contradijo Vettel estando ya frente a él.

-Claro que sí-. Sergio rió y levantó un poco la cabeza para seguir viendo a Sebastian a los ojos, Vettel era un poco más alto que él, además la cercanía no ayudaba.

Estaban demasiado cerca.

-No, claro que no era necesario-. Aún más cerca, Sebastian levantó su mano y la llevó a la cabeza de Sergio, quitando la toalla con la que se secaba y sacudiéndole el pelo sin ser muy brusco.

-Sí, sí lo era, ¿no me viste? Sudaba como cerdo-. Sergio dió un paso atrás para tener espacio para doblar la toalla y después llevarla al cesto del baño.

UBA: Un Bwoah A la vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora