La inquietud seguía sin soltar a Räikkönen. Solo por una semana no se cumpliría un mes desde la última vez que supo algo de Sergio.
Kimi se metía a todas las redes sociales del mexicano y las de su esposa a cada rato, sin encontrar respuesta. No había ninguna publicación reciente que hayan publicado durante ese lapso de cuatro semanas. Y eso preocupaba aún más al piloto finlandés.
Tras la carrera de España no tuvo tiempo ni siquiera para despedirse de Sebastian con una buena sesión de sexø. Su esposa, Minttu, le dijo que quería estar esa semana con él en familia, por el bien de su hijo. Una semana en familia junto con los abuelos del niño y no tuvo otra opción además de ir. En esa semana trató con toda su fuerza de voluntad concentrarse en su familia y nadie más.
Lo había logrado.
Sin embargo, cuando llego la hora de volver a su trabajo, la preocupación volvió a él. Llegó solo, a su esposa casi no le gustaba llevar a su hijo a las carreras, y en eso Kimi consideraba, haría lo que sea con tal de llenar de seguridad a su hijo. Además, el niño tenía su tercer carrera de entrenamiento, al niño le encantaba eso, solo verían la carrera a través de la televisión después.
Llegó al padook sintiendo una enorme presión social, sintiendo cómo las personas lo observaban mientras él iba llegando.
Todos lo miraban, no lograba comprender cómo lo hacían, Sentía que comenzaría a hiperventilarse en cualquier momento si no hacía nada. Analizó de un extremo a otro su espacio visual. Todos veían pero no hacia él, sino detrás. Rápidamente se giró encontrando ahora el enigma que hipnotizaba a todo mundo.
Ahí estaba. Sergio estaba ahí.
Räikkonen destensó su cuerpo al mirar al tapatío tras la larga tortura por la espera. Aliviado de que estuviera bien.
Sergio entraba al padook y detras de él venía Carola, eso se le hizo normal, sin contar el hecho de que la mujer estaba a menos de dos meses de dar a luz. Pero algo no terminaba de cuadrar. ¿Por qué la gente lo miraría con tanta repulsión? Sergio era un todo. E incluso Kimi osaría en nombrarlo "el sol de México" Era bastante lindo como para que lo miraran así. Las personas deberían de alegrarse por verlo después de tanto tiempo sin saber nada de él.
La carrera anterior no se presentó, y el equipo de Red Bull no siquiera llevó el monoplaza de su segundo piloto, quedándose únicamente con el neerlandés. No hablaron nada respecto al accidente. Y por más que los medios trataron de escarbar no encontraron nada acerca de Sergio, solo que el monoplaza no pudo ser reparado a tiempo para esa carrera.
Recorrió con la mirada el cuerpo del mexicano observando la ropa de que llevaba. Una camisa con el logo de Reb Bull Racing de color blanca, cosa que sí era raro, pero no tanto, además llevaba un short de vestir del mismo color, la vestimenta usual de él. Bajando un poco más encontró la razón de las miradas. Llevaba una férula en toda la pierna izquierda.
-¡Y también tiene muletas!-. Gritó Räikkönen para su enterior. El accidente le rompió la pierna. Él le rompió una pierna.
De nueva cuenta la inseguridad invadía al finlandés. Sintiéndose un asco de persona.
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