UBA: Un Bwoah A la vez

Capítulo 23: SECOND QUESTION: ¿Dónde?

Sergio llegó a Montreal un día antes de que comenzara el fin de semana de carrera.

Los nervios lo consumían y sentía cada gota de sudor que recoría su piel.
Unas cuantas recorrían su columna vertebral y otras bajaban por su frente, llegando a su naríz sintiendose aun más incómodo.
Sus manos sudorosas le impedían tomar con facilidad su celular y sus llaves.

Sus lentes oscuros ayudando a ocutar la expresión de nerviosismo que se apoderaba de él.
Encendía la pantalla de su teléfono constantemente checando la barra de notificaciones en la espera de cualquier mensaje, cualquier notificación que pudiera entretenerlo.

Nada.

No había nada.

Christian Horner le llamó el día anterior para asegurarse de que estuviera bien y preguntar sobre el estado de su pierna. De eso iba bien. Cuando Räikkönen partió a su casa, Checo fue a un chequeo clínico al respecto, obtenido más drogas para los malestares. Odiaba estar drogado todo el tiempo, cuando estuvo con Kimi eso cuatro días no tomó ni una sola pastilla y aguantó los dolores de se lesión, eran mínimo, había otros dolores más importantes en esos momentos.
Arregló la demanda junto con su hermana. El aviso aun no le llegaría a Carola, cuando ésto pasara, lo primero en exigir serían las pruebas se ADN de la bebé y poco a poco irían soltando la información. Y si Carola decidiera ponerse en contra tendría a su mano muchos testigos sobre el comportamiento de la mujer.

Guardó sus llaves en el bolsillo trasero de su pantalón antes de que se le calleran ya que sentía que se le resbalaban de los dedos.

Pronto llegó a la entrada del padook, lleno de gente, staff, fans, muchas personas abatoaban el camino mientras que él tendría que fingir una sonrisa y ocultar su inseguridad.

(-Hablaré con ella-. Dijo Kimi cuando Checo lo llevó al aeropuerto. -Te aseguro que todo estará bien-. Lo tomó de la barbilla y lo besó. -¿Sí?-. Checo asintió y Räikkönen bajó del auto).

Kimi le aseguró que hablaría con su esposa y que después de la carrera se verían.

Horner le indicó que se quedarían Max y él en el mismo Hotel, y para su suerte, sería el mismo que el de los ferraris

También regresaba a su mente el momento cuando le prestó ropa a Räikkönen.

(-Sergio-, lo soltó, -quiero que sepas que no es solo sexo, no pienses eso-. Räikkönen lo dijo como si hubiera leído los pensamientos de Checo, los intuía.
Juntó sus rostros y ambos cerrando los ojos antes de juntar sus labios. -Me gustas-.

Checo se paralizó por completo cuando escuchó esas últimas dos palabras.

Las mismas que chocaban con todas las esquinas de su cráneo, ahora se encontraban flotando en todos sus sentidos.

En sus oídos al oírlo.

En sus ojos al verlo.

En su gusto al besarlo.

En su olfato al oler su cuello.

Y en el tacto con cada mímina fricción entre ambos. Entre el cuerpo desnudo de Räikkönen y la poca piel expuesta de Sergio, la que la ropa no lograba cubrir.

Un gemido salió disparado de su garganta cuando Kimi se pegó a su cuello y comenzó a dejar leves mordidas además de besos.
-Me gustas Checo, me gustas demasiado-, uno de los besos en su pecho fue mucho más intenso que los demás, provocándole temblores que recorrieron todo su cuerpo y volvieron a surgir inmediatamente cuando desaparecían, -tuvieron que pasar nueve años para que me diera cuanta. Estoy totalmente loco por tí-. Los besos sigueron bajando hasta llegar a uno de los pesones del tapatió sacándole otro quejido. Sergio se tapó la boca para reprimir los sonidos y dejó que Kimi siguiera haciendo lo que sea que estaba haciendo con algo de miedo.