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le gusta a 2,490 personas kang_yuu: 🌠
seunghan_: en qué piensas? kang_yuu: secreto :)
parkwbb: 📸 kang_yuu: GRACIAS A MI FOTÓGRAFO PERSONAL parkwbb: ;)
taroooo: <3 kang_yuu: tq tarito
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—Hacen buena pareja, ¿no es así? —Habló Nayoung llevándose un bocado de su desayuno a la boca. El grupo se encontraba en su ya usual lugar en el comedor, observando a lo lejos al par de jóvenes que había ido a la máquina expendedora.
—Nayoung, para ti todos hacen buena pareja con Yubin. —Expresó Shotaro.
—Yo creo que sí hacen bonita pareja. —Interrumpió esta vez Sohee. —Aunque no me imagino a Yubin en modo romántico.
—¿Y acaso a Wonbin sí lo imaginas teniendo un lado romántico? — Lo cuestionó nuevamente la chica.
El menor estaba por formular una respuesta, pero se vio interrumpido por el par de chicos que se incorporaron a la mesa. Agradeció mentalmente el no tener que argumentar ante tal pregunta.
—¿Quién tiene un lado romántico? — Cuestionó Kang Yubin mientras abría su leche de fresa.
—Pues tú no lo tienes, eso puedo asegurarlo. —Dijo Seunghan de manera sarcástica, ganándose una mirada de odio por parte de su amiga y provocando la risa del resto de personas.
Park Wonbin no hablaba mucho, pero disfrutaba estar ahí, rodeado de personas divertidas. Los escuchaba contar anécdotas y discutir mientras bebía un pequeño jugo de manzana y comía galletas. El pelinegro notó que el teléfono de Yubin vibró un en repetidas ocasiones y no pudo evitar ver como sobre la pantalla apareció el nombre de contacto "Song Eunseok". Alejó la vista y no pudo evitar preguntarse qué dirían esos mensajes.
De pronto una voz lo sacó de su trance. —¿Qué sucede? —Kang Yubin lo observó extrañada.
—Pensaba sobre el proyecto de literatura. —Mintió. —¿Quieres una galleta? — Extendió su mano.
La castaña sonrió y no lo pensó dos veces antes de tomar la galleta de las manos del chico, la cual él previamente había mordido, provcando que su rostro se pusiera rojo como un tomate. Nayoung observaba la escena fascinada, aunque por una vez en su vida decidió quedarse callada.
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Las clases habían finalizado y Park Wonbin se encontraba durmiendo en su escritorio, ni siquiera había notado cuando todos comenzaron a mover las sillas para abandonar el lugar, no había dormido nada bien los últimos días y era más que notorio el acumulamiento de cansancio en su cuerpo.
—Wonbin, pst. —Yubin, quién se encontraba sentada frente a él, lo llamó en voz baja, trataba de despertarlo pero no quería asustarlo. —Es hora de irnos.
No hubo respuesta.
—Oye, tienes que despertar. —
Al ver que sus palabras no funcionaban, simplemente observó al chico antes de volverlo a intentar. Lucía realmente tranquilo y sereno en ese momento. De pronto su curiosidad aumentó y no pudo evitar tomar entre sus dedos uno de los machones de cabello que caían por su rostro. Su cabello era realmente suave y sedoso, tal como ella imaginaba que sería, decidió pasarlo por detrás de su oreja delicadamente, dejando ver con claridad la expresión del chico.
Sus brazos se encontraban cruzados sobre la mesa y sobre éstos reposaba su rostro. Sus mejillas se encontraban ruborizadas, haciendo resaltar su piel pálida, sus labios estaban ligeramente abiertos y de un color rosáceo como era usual en él. Lucía realmente bien y la joven no pudo evitar apartar la mirada avergonzada.
—Yubin-ah. —Susurró.
—¿Qué sucede? Creí que habías muerto. —Soltó una risa nerviosa. —Volvamos a casa.
Se levantó de la silla, dispuesta a tomar su bolso, pero en un acto inesperado el chico la detuvo, tomándola de la mano. Sintió su corazón acelerarse ante el cálido tacto.
