little stars ☆ park wonbin

027

Yubin entró al aula de clases y buscó con la mirada a Wonbin, pero no había rastro de él. El día anterior le había enviado un mensaje avisándole que no podría acompañarla a casa, después de eso no volvió a responder. Algo no estaba bien.

—Yubin, que bueno que te encuentro. —Una voz la sacó de sus pensamientos. —Tengo que contarte algo.

—¿Qué sucede, Haram? — La chica parecía realmente emocionada, lo cual a Yubin le parecía divertido.

—Oh, es algo vergonzoso. —Acercó su silla al lugar de su compañera. —Le confesé mis sentimientos al chico que me gusta.

—Eso es genial, ¿y quién es ese chico?

—Park Wonbin, ¿lo olvidaste? —El corazón de Yubin se detuvo al escuchar esas palabras, debía ser una broma. —Te lo dije cuando hacíamos el proyecto de literatura.

—Oh, tienes razón. —Trató de contener su frustración. —¿Y qué te dijo?

—Estaba sorprendido, no decía nada, así que... —Hizo una pausa y sonrió de lado. —Lo besé.

Sintió su estómago revolverse, deseaba que aquellas palabras solo fueran una broma cruel, pero sabía que no era así. Quería golpear a la chica en el rostro, pero era incapaz de hacer algo así, en especial cuando su vista era nublada por las lágrimas que comenzaban a formarse en sus ojos.

—Yubin, ¿me estás escuchando?

—Él... ¿te dijo algo?

—Estaba tan apenado que no podía hablar. —La chica reía mientras hablaba. —Lo único que pudo formular fue "Haram, no sé qué decirte". —Trató de imitar su voz.

Por suerte para Yubin, quien se encontraba al borde del llanto. el profesor entró al aula y dio inicio a la clase, haciendo que Haram volviera a su lugar. Wonbin no asistió a esa clase.

•

La imagen mental de su novio siendo besado por otra chica se repetía una y otra vez, provocando que aún más lágrimas cayeras por el rostro de la chica, quien se encontraba sentada bajo uno de los árboles del jardín. No había ido a desayunar con sus amigos. Tenía tantas cosas pasando por su mente, ¿Por qué Wonbin la había estado evitando, acaso no pensaba decirle lo sucedido? Sus pensamientos de detuvieron al escuchar una voz.

—Kang Yubin. —Se llevó una gran sorpresa al levantar su vista hacia el dueño de aquella voz.

—Si Eunseok te envió, es mejor que te vayas. —Limpió las lágrimas que seguían bajando por sus mejillas.

—Necesito hablar contigo. —Jung Sungchan tomó asiento junto a ella y le entregó una botella de jugo de uva. —Es para ti.

—¿De qué se trata todo esto? —Abrió la botella y tomó un sorbo.

—Haram te contó todo, es ese el motivo por el que llorabas, ¿o me equivoco? —La chica negó con la cabeza. —Wonbin es tu novio, ¿no es así?

—¿Acaso eres parte de esto? —Lo miró sorprendida.

—Escucha, sé que no me conoces y no confías en mi, lo entiendo perfectamente, pero tienes que creerme. —La miró a los ojos. —Sé todo lo que planeó Eunseok, pero no soy parte de ello. Traté de convencerlo de que te dejara tranquila, pero fue en vano.

La cabeza de Yubin tardó un par de minutos en procesar todo lo que acababa de escuchar. Sungchan sonaba sincero y parecía estar apenado por el comportamiento infantil de su amigo. Tomó unos minutos antes de formular una oración, el chico la esperó pacientemente.

—Hemos estado saliendo por un mes, Wonbin y yo.

—Y lo han mantenido en secreto, eso es increíble.

—Él me ha estado evitando, no entiendo por qué lo hace, ¿acaso no confía en mi? —Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente. —Disculpa, no debí contarte esto tan de repente.

—Quizá él no sabe cómo explicarte las cosas y no quiere lastimarte, ¿no lo has pensado de esa manera? —Se sentía realmente apenado al vea llorar de esa manera. Eunseok lo pagaría pronto.

—Deberíamos volver a clases antes de que suene la campana.