Fantasías

Fantasía 48: En la biblioteca🔥😏

Tenía mucho que estudiar y estaba super estresada con los exámenes, había bebido tres cafés, sé que es malo, pero apenas duermo, no puedo permitir distracciones, las vacaciones de Navidad se estaban acercando y podría descansar.

Como todos los días en la hora de descanso voy a la biblioteca, apenas hay gente cosa que me alivia, no me gusta tener distracciones ni que se sienten en la misma mesa donde estoy yo, suelo ser egoísta y no me gusta compartir espacio con desconocidos.

Me siento y abro todos los apuntes que tengo que estudiar, hasta ocupo la mesa entera de los libros que saco, empiezo a hacer ejercicios y los repito una y otra vez, vuelvo a repasar los libros, justo cuando iba a abrir el tercer una bola de papel cae rebotando en el libro, enfadada por la distracción estuve apunto de gritar, pero al recordar que estaba en la biblioteca me tuve que contener, guarde todos los apuntes en la mochila y la guardé en una taquilla, al mirar a las estanterías vi a un chico mirarme con una sonrisa traviesa con una bola de papel en su mano, ahí estaba el cabrón que me había distraído, con paso rápido me dirigía a donde estaba pero él se escabulló, furiosa lo perseguí rápidamente, hasta que llegué al final de todo, siento algo que cae en mi pelo, furiosa vi que era la bolita de papel, al girarme veo que el chico estaba detrás mía mirándome con esta estúpida sonrisa que se la quitaría a golpes. 

- De nada-dijo el chico.

- ¿Perdona?, ¿Cómo que "de nada"?, me has distraído, tengo mucho que estudiar-dije confusa y enfadada.

- Necesitas distraerte, tu cerebro necesita descansar y tú también-dijo él.

- Debo volver-dije avanzando.

Me detuvo impidiéndome pasar, no entiendo porque este chico está haciendo esto, si ni siquiera lo conozco.

- Déjame ir-dije mirándole furiosa.

- Necesitas una leve distracción, un pequeño descanso y luego podrás estudiar-dijo el chico.

- No gracias-dije. 

Sentí mi espalda en la pared, el chico estaba demasiado cerca de mí, creo que sé cual es la distracción, llevo tiempo sin sexo, unos meses y aunque es una muy buena distracción ahora no me apetece, ¿o si me apetece?

- Tengo el remedio perfecto para distraerte y puedas estar relajada unos minutos-susurró en mi oído.

- No voy a hacerlo con alguien que no conozco-dije mirándolo.

- Seguro que tienes rolletes con personas que no conoces, no te engañes a ti misma cielo-susurró mientras lamía mi oreja.

El jodido me conocía bien, he tenido rollos de una noche con personas que no conocía, me estaba engañando a mi misma, y ahora me sentía excitada.

- Puedo ver en tus ojos que también deseas un buen polvo-dijo mirándome.

Sentí sus labios en mi cuello, la humedad de sus labios hizo que un gemido escapase de mis labios, el chico me miró con esa sonrisa traviesa y mordisqueó mi labio inferior, sus manos apretaron mi cintura pegándome más a él y a su dura erección, puse mis manos en sus mejillas y lo besé, mi lengua entró en su boca y jugueteé con su lengua, su mano me desabrochó los pantalones mientras le quitaba la camiseta, sus dedos empezaron a tocar mi clítoris y gemí en su boca, mi mano desabrochó su pantalón y toqué su erección, el resto de nuestra ropa sobraba y quedamos completamente desnudos, nos tumbamos en el suelo y él empezó a besar, lamer y tocar mi cuerpo, gemía bajito para no ser descubiertos, él sacó un condón y se lo puso, sentí su miembro erecto entrar dentro de mí y gemimos, nos volvimos a besar mientras nos movíamos, incliné la cabeza para atrás y le clavé las uñas en los hombros, el ritmo subía acabé arañándole la espalda, un gemido fuerte salió de mi boca pero él lo calló besándome, mis uñas se clavaron en su trasero mientras el ritmo seguía subiendo aún más, estaba apunto de llegar al orgasmo, al final me corrí, cuando él salió de mí dio un lametazo a mi húmeda intimidad y gemí, había sido un orgasmo increíble.

- Cuando quiera distraerme vendré por aquí-dije riéndome.

- Lo mismo digo, además que suelo estar aquí todos los días-dijo él.

Nos besamos de nuevo y nos volvimos a vestir, la biblioteca estaba vacía, cogí mi mochila y salimos de allí a hurtadillas.