Trata de una chica que buscaba legalizarse en un país extranjero para su desarrollo en el ámbito laboral. Entró a trabajar en una aerolínea de forma temporal, donde conoció al Señor Cribans; uno de los socios fundamentales de la empresa, que se obse...
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04 septiembre 2022
Kailay Real
"Nunca juegues con fuego si no estás dispuesto a quemarte"
—¡Ya me voy! —grité a Doña María, mi vecina.
—Cuídate y no llegas tarde —escuché su respuesta mientras me alejaba.
Llegué a la parada de autobuses, por suerte había uno, reservando los quince minutos de espera. Me acomodé poniendo los auriculares con una mezcla de pop latino de fondo. El tránsito de la ciudad de Santo Domingo era un desastre, por el desplazamiento de tantas personas a su lugar de labor.
Me entretenía con Instagram cuando me llegó una notificación del desconocido. Desde la tarde anterior estuvimos hablando y no dijo quién era por más que insistía y ya me estaba cansando. Salí de la App entrando al de mensajes.
¡Buenos días, bandida!
Suspiré cansada y tecleé lo primero que se me ocurrió.
¿Bandida? Si soy una santa.
¿A ti no te enseñaron modales? Dudo lo de santa. —Rodeé los ojos.
¿Para qué gastar mis preciadas modales con un extraño?
Guardé el teléfono al llegar a la parada y descendí cruzando la calle hacia M&Tours.
—¡Buenos días! —saludé a Dania al entrar a su oficina.
—¡Buenos días! ¿Cómo amaneciste? —respondió tecleando algo en el ordenador.
—Todo bien Gracias a Dios —dije firmando el documento que avalaba la hora de mi entrada.
—Eso es lo importante, mientras hay vida y salud, los demás son disparates —afirmó quitándose las gafas.
Dania González era la clase de mujer que la edad le pasaba por la cabeza, siempre bien maquillada y elegante con ropas de colores que van perfecto con su tez blanca.
Me despedí de ella yendo a mi puesto para comenzar mi tarea del día. Revisé mi teléfono respondiendo varios mensajes incluyendo el del desconocido.
No soy un extraño Kailay Elizabeth Real.
Creo que debo asustarme contigo.
Créeme que si te llegara a morder sería por tu petición. —Llegó de inmediato.
¿Por qué pediría esto?
Porque eres curiosa.
¿Cómo sabes eso?
Preguntas demasiado.
¿Será porque hablo con un idiota que no me quiere decir quién es?
