22 octubre 2022
Florida
Ans Cribans
Respiré hondo y disfrutando lo anaranjado que colaba entre las nubes del atardecer. Las olas del mal golpeaban suave contra la arena. Sentía paz, algo que se había escapado de mi memoria. Unas manos mi abrazan por la espalda dejando un beso en mi hombro.
Giré tomándola entre mis brazos uniendo nuestros labios. Amaba reflejarme en su mirada y la inocencia que denotaba. Lo pelirrojo le daba un toque épico a su sensualidad que me hacía quererla con lujuria.
Intensifiqué el beso dejando su cuerpo sobre la arena y me aparté a deleitar lo ansiosa que se ponía al desearme. Se me aguó los labios detallándola. Volví a besarla sin prisa, dejando que mis manos recorrieran su abdomen plano, acercándome cada vez más a su exquisito punto infernal.
—Ans —gimió cuando dilato su entrada.
—Mírame —le ordené. —Dime que eres mía.
Sonrió coqueta con la boca entre abierta aguantando los gemidos.
—¿Por qué es tan importante para ti? —preguntó.
—Porque así sabré que soy el único.
Volvió a sonreír mordiendo su labio inferior.
—Las palabras son pasajeras, pero las acciones duran para siempre —me empujó y en un rápido movimiento quedó sobre mí.
Le encantaba tomar el control y me encantaba más cedérsela.
—Lo sé, pero necesito oírlo.
—¿Y tú también eres mío? —susurró besándome el cuello, mientras que su cadera buscaba la penetración.
—Siempre seré tuyo Kailay...
De un momento a otro se esfumó su imagen dejándome en la desolada playa.
Ans —escuché una voz desconocida que me fundió en la oscuridad. —Despierta amor —abrí los ojos de golpe en un panorama diferente. —¿Quién es Kailay? —preguntó Katherine.
Mi pulso estaba al cien con una erección fatal dañándome la mañana. Maldije por lo bajo ignorando a la mujer con cara interrogativa.
Me estiré bostezando antes de meterme al baño.
—¿Quién es Kailay? —insistió mi esposa siguiéndome.
Entre a la ducha frustrado, habían pasado días y sus caricias seguían impregnadas en mi piel.
Kate se metió bajo el agua buscando mi amor. Giré a besarla y no sentí nada, era como intentar engañarme a mí mismo.
Inocentemente Kailay me había hecho reaccionar para volver a darle una oportunidad a mi matrimonio. Lo pensé antes de tomar la decisión de quedarme en florida. Trabajando desde casa y viajar lo menos posible para dedicarles tiempo y francamente no estaba funcionando. Porque estaba ahí, pero mi mente en santo domingo junto a la niña de ojos sensuales.
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KAILAY
RomanceTrata de una chica que buscaba legalizarse en un país extranjero para su desarrollo en el ámbito laboral. Entró a trabajar en una aerolínea de forma temporal, donde conoció al Señor Cribans; uno de los socios fundamentales de la empresa, que se obse...