Trata de una chica que buscaba legalizarse en un país extranjero para su desarrollo en el ámbito laboral. Entró a trabajar en una aerolínea de forma temporal, donde conoció al Señor Cribans; uno de los socios fundamentales de la empresa, que se obse...
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08 diciembre 2022
Kailay Real
Prácticamente estaba sin dinero y no podía darme el lujo de renunciar solo para alejarme de Ans. Mi cerebro entraría pronto en un cortocircuito sino me relajaba. Eran tantas cosas juntas que no sabía qué hacer. Me sentía con las manos atadas.
Respiré hondo cuando crucé las puertas del ascensor. Zoe seguía cubriendo a Carolina.
—¡Buenos días!
—¡Buenos días señorita Real!
—¿Ya llegó el señor Cribans?
—No aún —respondió.
—¡Buenos días señoritas! —saludó Elaheh. Volteé a verla en un impecable traje crema con una blusa de encaje sexy.
—¡Buenos días Sra. D' León! ¿En qué puedo servirle? —preguntó la chica como un disco rayado.
—Tranquila cariño, vengo por Kailay —me dio una sonrisa maternal.
—¿Para? —inquirí.
—Hasta luego Srta. Contreras —me tomó de la muñeca guiándome al ascensor. —Ya llamé a Ans para pedirte prestada y dijo que podría hacer lo que quisiera, que solo debería dejar su agenda actualizada —explicó. —Últimamente me está costando conseguir una modelo que valga la pena.
Recorrimos el ala norte del lobby abordando la parte trasera del auto.
¿Cuánto tiempo será?
—Solo por hoy, Cribans no quiere soltarte.
Miré a través de la ventanilla el recorrido del auto entre el área verde que decoraba la entrada de la aerolínea.
—¿Pasa algo?
Negué con la cabeza.
Tomó mi rostro obligándome a mirarla.
—Habla.
—No pasa nada.
—Tus ojos me dicen lo contrario. ¿Pasó algo con Ans?
—No, solo que quiero renunciar, pero no puedo porque necesito el dinero y no sé qué hacer.
—¿Por qué quieres renunciar?
—Creo que así cuidaría mi salud mental. Necesito estar lejos del idiota de...—callé al notar mi error.
—Tranquila, sé que Ans puede ser difícil de tratar. Es muy cerrado; hiriente e indiferente. Ya pasé por ahí y sé lo que se siente, pero tienes la ventaja que no tuve...
—Espera —la interrumpí confundida. —¿Tu y Ans...
Las palabras quedaron atoradas en mi garganta y ella asintió con la cabeza.
