"Hasta los más fuertes Sufren." Índigo Conway Smith.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sol dorado brillaba sobre Marbella, reflejando su calidez en la suave arena de la playa. Allí, una mujer de cabello anaranjado teñido caminaba descalza, con una sonrisa en su rostro. Sus manos acariciaban su vientre, donde descansaba su pequeño bebé, el símbolo de una nueva vida que estaba a punto de comenzar.
Índigo acababa de llegar a Marbella para tomarse unas vacaciones. Fue poco después de recibir la noticia de que sería madre, algo que la llenaba de alegría y también de incertidumbre. Estaba disfrutando del paisaje, con el mar susurrando suavemente a lo lejos, cuando escuchó una voz desconocida detrás de ella.
— ¿Qué hace una señorita sola por aquí? —dijo el hombre con un acento extraño, quizás ruso.
Índigo se giró rápidamente, colocando la mano en su arma, lista para sacarla si era necesario. Se encontró con cuatro hombres desconocidos. Dos eran rubios, uno de ellos con un tono cenizo. El que habló tenía el cabello negro y una expresión que lo hacía parecer un robot. El cuarto hombre tenía rasgos asiáticos, probablemente chino.
— ¿Y a vos que te importa? —respondió ella con firmeza, mostrándose agresiva.
El hombre de rasgos asiáticos sonrió levemente antes de decir algo que la sorprendió.
— No creo que esa sea la mejor manera de responder a su tío, señorita —dijo el hombre con acento ruso, refiriéndose al chino.
Índigo frunció el ceño.
— ¿Tío? ¿Quién porongas es mi tío? —preguntó, confundida.
El hombre chino se acercó y la abrazó con entusiasmo. Era Hai Cheng, el hermano de su madre.
— ¡Tío Hai! —exclamó Índigo, correspondiendo al abrazo una vez lo reconoció.—. ¿Qué haces acá, tío?
— Eso te tendría que preguntar yo a ti —dijo Hai—. ¿Qué te trae a Marbella?
— Vine a despejarme un poco. Es estresante estar en Los Santos —dijo ella, aliviada de encontrar a alguien conocido.
Hai presentó a sus amigos. El robot era Igor, y los dos rubios eran Toni y Carlo Gambino, hermanos. Índigo se presentó como Índigo Gamea Smith Brooks y dejó claro que estaba casada, mostrando su anillo.
Los meses siguientes fueron de pura diversión y peligro. La mujer se sintió parte de una nueva familia en Marbella. Los hermanos Gambino se convirtieron en sus hermanos, y el robot, en un tío. Hai Cheng siguió siendo la figura paterna que su verdadero padre, Conway, nunca pudo ser.
Las vacaciones llegaron a su fin, pero la vida de Índigo había cambiado para siempre. Cuando dio a luz, Toni estaba allí, sosteniéndola de la mano.
