Una mujer de 25 años de edad caminaba sola por la playa, sus pasos pesados, como si le costase caminar.
La escasa gente que había en la calle, la miraba extrañamente, como si fuese una extraña, una rara.
Pero allí todos la conocían, conocían a la esposa del desaparecido Gustavo García.
Napassorn Chaiyathip de García, una joven que en su momento fue una mujer con elegancia, envuelta en lujos, nacida en Tailandia, en la ciudad de Chiang Mai, una noble dama de cabello plateado brillante, como las alas de un ángel, ojos verdes como el pasto, donde se reflejaba la naturaleza, piel blanca, cuidada desde chica, característica de una mujer amable y a la vez tan hermosa con buen corazón. Sin embargo, cuando desapareció su esposo, aquella mujer se aisló por días, incluso se podría decir que casi un mes.
Cuando salió, era irreconocible. Seguía siendo bella, sí, pero su vestimenta cambió; de colores claros cambió a negro, su cabello largo cambió a uno corto, y sus ojos dejaron de brillar para convertirse en unos ojos tenebrosos.
Esa soy yo.
Eso era lo que decían de mí, que cambié mucho, que ya no era la misma.
¿Cómo voy a ser la misma si el amor de mi vida se fue?
Sabía que algo pasaba desde hace mucho, mucho tiempo.
¿Por qué fui tan estúpida?
—No te vayas tan lejos, pituka, que ya casi no te veo.—Desde la radio que le dio Freddy, oyó su voz.
"Mejor, Fred, necesito mi tiempo." Pensé, sentándome en la arena.
Miré la luna, tan brillosa como siempre, tan hermosa, y tan solitaria.
En ese momento, un recuerdo vino a mi mente.
Uno donde solo éramos tú y yo, ambos mirábamos la ciudad desde la montaña Mount Gordo, mi favorita.
—Veth, ¿prometes no ponerte triste cuando desaparezca?—dijiste aquella vez tan tranquilamente.
Y te miré extrañada, admiré tu hermoso rostro que era alumbrado por la luz de la luna, tus hermosos ojos azules que brillaban más que nunca por las estrellas que se reflejaban en ellos, tu cabello rubio que se movía por el viento.
—¿Cómo no te voy a extrañar, Gus? Eres el amor de mi vida, por el que daría mi vida, por el que enfrenté a mi papá Yun para ser feliz contigo, por el que dejé a mi familia entera por ti, por el que, si fuese necesario, entregaría mi corazón en una bandeja de oro por salvarte.—dije en ese momento, agarrando tu mentón con mi mano para girar tu cabeza y que me vieras.—¿Qué planeas?—
Recuerdo tu sonrisa, la sonrisa que siempre me gustó ver, por el que siempre me maté a mí misma para que sonrieses tú y no yo. —Nada.—dijiste y me diste un pequeño beso que hizo latir mi corazón.
Te creí, pero una parte de mí supo que mentías.
—Solo si llego a desaparecer, ven a esta montaña y mira la luna, y recuerda cada momento lindo que vivimos, mira el mar de la playa, piensa en mis ojos, mira la arena, piensa en mi cabello, mira mis fotos, pero no pienses que no te amo.—
Fui tan estúpida en ese momento, te dejé ir, sabía que algo andaba mal y aún así lo permití.
Sabía que el mensaje que me mandó mi padre justo cuando iba a ir contigo, no daba buenas señales, sabía que el hombre en el asiento de atrás de tu auto, no era ni Freddy ni Isidoro, y aún así, te dejé ir.
Armando, hijo de puta, sabía que no habías muerto, sabía que no te fuiste a Rusia como dijiste, lo sabía, ¡LO SABÍA!
Puto Freddy, tú también eres testigo, eres cómplice ¿Tuviste algo que ver con la desaparición de MI ESPOSO?
Miré a la luna, y me prometí a mí misma.
—Te voy a encontrar, Gus, sin importar qué o quién me detenga, seguiré por ti, si es necesario, mataré a mi padre por ti.
La promesa solo lo supo la luna, mi más fiel cómplice.
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Mundo de One-Shots Spain RP/Marbella Vice
De TodoDonde publicaré one-shots de Ships(Fredway, Gusdoro, Gortabo, Etc) o (Oc!Og x Freddy, Conway, Etc.)