Debajo de mi alma siento un motor colapsándose al ver el dolor, si tan solo pudiera apagarlo.He llegado tan lejos como para ver el final ahora, incluso si mi camino esta mal yo seguiré luchando.
Incluso aunque sé que las cosas que hice no tienen ningún perdón porque yo no puedo expresar arrepentimiento suficiente, seguiré luchando.
Pero hay algo que yo he tenido muy en claro y es que incluso aunque me insistan ya no hay nada que pueda decir.
—¿Podrías al menos decir una palabra? —sugirió suavemente el rubio frente a él.
El chico se encontraba sentado en el suelo de una habitación muy colorida, todos los adolescentes de la comunidad solían reunirse siempre en esa habitación, era casi como una tradición que él simplemente decidió respetar.
—Ya te lo dije, no lo harás hablar si él no quiere hacerlo. —espetó en un medio susurro la chica sentada a su lado, él la miró durante unos segundos pero no se forzó a asentir o a negar sus palabras.
—Ya lo sé Enid, no estoy forzándolo a nada pero ni siquiera sabemos su nombre y... —se detuvo al ver la gélida mirada que ambos le dedicaron—. Está bien, está bien... Tal vez lo estoy forzando un poco pero ya lleva dos meses aquí y aún no ha dicho ni una palabra, estoy preocupado eso es todo.
¿Dos meses? Woah... No creí que ya habría pasado tanto tiempo. Pensó él, un brillo de sorpresa cubrió sus ojos durante unos segundos y el rubio frente a él sonrió un poco.
—Sí lo sé, ya llevas un tiempo, ¿eh? Incluso Enid que llegó después ya ha dicho más que tú. ¿La dejarás ganar? —bromeó el rubio, ahora con una sonrisa más divertida.
El chico pateó sin demasiada fuerza al rubio frente a él solo para borrar la sonrisa de su rostro, mordiéndose el labio inferior para no sonreír al ver como el rubio caía hacia atrás.
—Ron, ya déjalo tranquilo y ven aquí a ayudarme. —dijo otra voz, un chico con el cabello negro y una sonrisa amable, llegando desde la puerta con varios platos de comida que intentaba sostener entre sus largos brazos.
—¡Mikey deja de decirme que hacer! —se quejó Ron, pero aún así se levantó a ayudar al pelinegro con los platos.
Los cuatro formaron su habitual círculo en el suelo, colocando los platos frente a ellos y acercando el agua que estaba en el rincón desde la mañana y comenzaron a almorzar cómo todas las tardes que pasaban juntos.
—¿No tienen curiosidad de saber al menos su nombre? —preguntó Ron, sus ojos casi brillaban en una súplica.
El chico rodó los ojos ante su insistencia pero aún así, si el grupo se esforzaba lo suficiente podrían notar una pequeña sonrisa que intentaba ser oculta llevándose más comida a la boca.
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NOTHING LEFT TO SAY ✧ Carl Grimes
Fanfiction❛ Aunque no haya nada más que decir... Tal vez hay mucho que falta escuchar. ❜ El chico que ya lo perdió todo y no tiene ningúna razón más por la cuál vivir se encontró, en su peor momento, a las personas indicadas. Ahora las puertas de una comunida...