—¿Cómo haces que se vea tan sencillo? —preguntó Enid desde atrás.
Dust tiró hacía atrás su cuchillo escuchando el chasqueo de la carne podrida al despegarse lentamente de este, mirando de reojo a la chica y asegurándose de que se encuentre bien.
Eso estuvo demasiado cerca. Pensó Dust, encogiéndose de hombros para darle una respuesta a Enid y mirando unos segundos detrás de ellos.
Había un pequeño camino de cadáveres con los que Dust se enfrentó y derrotó en menos de cinco minutos mientras ambos se encontraban caminando por el bosque, fuera de los muros.
Al principio, cuando Dust descubrió que Enid salía cada pocos días de Alexandria, no le había gustado en lo absoluto.
Le había hecho malas caras a la chica hasta incomodarla lo suficiente y que logre explicarle porque a ella le gustaba estar allí afuera.
Una sensación de pertenencia y un sentimiento oscuro del que no quería desapegarse que Dust comprendió por completo.
Ahora sentía la brisa refrescante chocando contra su piel y alborotando aún más su cabello rizado, Dust movió su mano libre hacia arriba, intentando llevar todo su cabello hacia atrás pero poco logró hacer.
Su otra mano seguía firmemente apretada con el cuchillo, el filo ensangrentado le trajo a su mente recuerdos de cómo se sentía vivir de este lado de los muros, la adrenalina recorriendo su cuerpo al ver las gotas de sangre cayendo hacia las hojas secas.
No se escuchó ningún movimiento más en el bosque por lo cuál después de un corto silencio en el que ambos parecían estar evaluando el lugar, continuaron su caminata.
—Pareces uno con el bosque en realidad. —comentó Enid después de un rato—. Incluso te mueves más silenciosamente que yo.
Dust asintió, su mirada aún fija al frente y esquivando con practicada facilidad todo lo que pueda causar alguna clase de ruido.
No había traído su libreta con él así que no había mucho que pueda responderle a la chica al respecto, aún así, Enid no se encontraba desanimada por la falta de respuesta, como si ya hubiera terminado de acostumbrarse a la silenciosa pero protectora presencia de Dust.
—Mikey me dijo lo que sucedió en tu antiguo campamento con esa chica... —dijo Enid con cuidado, Dust la miró atentamente, deteniendo sus pasos por unos segundos y la castaña copió sus movimientos—. Sé que tal vez no debería haberme contado pero aún así yo le insistí así que no quiero que lo culpes a él.
Dust se encogió de hombros para restarle importancia, después de todo, no era un secreto que le había confiado a Mikey o que tuviera miedo que Ron o Enid se enteren, simplemente fue parte del juego y si Mikey quería compartirlo él no tenía problema.
—¿Por qué no pareces incómodo conmigo? Es decir, ¿no tienes un trauma con las mujeres después de eso? —preguntó ella, haciendo una pequeña mueca de asco al tal vez imaginarse lo que habría sucedido con Dust y la chica que se montó encima de él.
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NOTHING LEFT TO SAY ✧ Carl Grimes
Fanfiction❛ Aunque no haya nada más que decir... Tal vez hay mucho que falta escuchar. ❜ El chico que ya lo perdió todo y no tiene ningúna razón más por la cuál vivir se encontró, en su peor momento, a las personas indicadas. Ahora las puertas de una comunida...