Todo lo que ha hecho no ha servido de nada en lo absoluto.
Habló.
Incluso aunque fueran solo dos palabras él se había prometido a si mismo no volver a hacerlo.
Dejar de hablar era su único y mayor metodo de protección, aquél que le aseguraba que no volvería a ser la misma persona que alguna vez fue, dejando atrás todo para ser una nueva persona en Alexandria.
Un nuevo día había llegado y esta vez Dust se permitió preocuparse por su lugar en Alexandria, por la vida que había construido y las personas que había conocido.
Creyó que aquella persona sanguinaria hace tiempo se había vuelto solo un mal sueño.
Pero hablé y con eso, todo cambió.
Desde que el grupo de Noah llegó, Dust sabía que era solo cuestión de tiempo para perder todo lo que Alexandria le había dado, a Eric y Aaron, a su grupo de amigos, la confianza que todos ellos tenían en él.
Se siente estancado en una nube densa de ansiedad, sabe que lo está desde que vió a Noah aquella primera tarde y que a partir de ese momento un contador se colocó sobre su cabeza, alertandolo de que todo lo bueno estaría a punto de terminarse para él.
Ahora ya no puede pretender, no como alguna vez fue tan fácil hacerlo, no cuando ya todo aquél grupo sabe la verdad acerca de él.
Matar a Noah no resolvería ni el más mínimo de sus problemas, porque para que todos ellos se resuelvan debería matar a todo su grupo al completo, todos aquellos que ya habían escuchado quién era Samuel Scott.
—Dust... Dust... Dust... —susurró el rubio para si mismo, el ruido del agua cayendo desde la regadera podía amortiguar el sonido de su voz, y de aquél modo casi se sentía como si él no habló en lo absoluto.
Porque Dust no habla. Se recordó una vez más, sus manos moviéndose fuertemente sobre su piel, sus uñas raspando hasta que sus brazos se encontraban de un tono rojo, mientras que en su mente la noche anterior regresaba a él sin control alguno.
La mirada sorprendida en los ojos de Carl, que por unos segundos se volvió victoriosa al saber que había cumplido su objetivo de hacerlo hablar, incluso aunque por un segundo se había visto preocupado, sabe que ese es el motivo por el cuál el castaño lo había buscado en primer lugar.
Dust no había querido, sabe que en realidad no fue él, sabe que todo fue culpa de Carl, por haber dicho aquél nombre, aquél que no debía ser recordado, alguien que ya no existía.
—Oye amigo, ya sabes que el agua no es eterna. —llamó Aaron desde el otro lado de la puerta, su voz alta por sobre el agua y una de sus manos golpeando la madera en un suave repiqueteo.
Dust soltó un fuerte suspiro, asintiendo para si mismo se forzó a mover su mano para cerrar ambas llaves de agua.
Hace tiempo había terminado de enjuagarse, quedándose inmerso al sentir el agua tibia sobre su piel, sabiendo que en solo un momento podría dejar de tenerla.
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NOTHING LEFT TO SAY ✧ Carl Grimes
Fanfiction❛ Aunque no haya nada más que decir... Tal vez hay mucho que falta escuchar. ❜ El chico que ya lo perdió todo y no tiene ningúna razón más por la cuál vivir se encontró, en su peor momento, a las personas indicadas. Ahora las puertas de una comunida...