❛ Aunque no haya nada más que decir... Tal vez hay mucho que falta escuchar. ❜
El chico que ya lo perdió todo y no tiene ningúna razón más por la cuál vivir se encontró, en su peor momento, a las personas indicadas.
Ahora las puertas de una comunida...
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—Bueno, antes de comenzar vamos a presentarlos a todos. Dust, ellos son Eugene, Tara, Noah y Glenn. —comenzó a decir Aiden— Y chicos este es Dust y es mudo así que no se preocupen, no es que los está ignorando, solo no habla en lo absoluto.
Hace unos minutos habían llegado a su destino y en esos momentos se encontraban cargando las armas y asegurándose de que las linternas tengan baterías.
—Descuiden, él no será una carga, este chico es despiadado. —comentó Nicholas entre risas, señalando a Dust.
—Sí, lo sabemos muy bien. —murmuró entre dientes Tara, dedicándole una mirada de advertencia a Noah.
Dust miró a cada uno de ellos, ahora sabiendo sus nombres y viendo sus rostros podía confirmar sin duda alguna que ese día no sería nada fácil.
La mirada de Noah era casi inexpresiva, nada que ocultar, pero también nada que decir, que pueda asegurarle a Dust que ese día no le harían una emboscada y lo matarían.
Tara en cambio tenía una expresión agria, sus ojos brillando con una justa amenaza, claras intencio de matarlo tan claras en cada centímetro de su rostro y hasta en la forma que sostenía su pistola.
Glenn se encontraba hablando de algo con Eugene, y por lo poco que Dust podía escuchar supo que no se trataba acerca de él, pero tampoco le dió nada de paz.
Fuí yo quien decidio venir, ¿pero por qué se siente una trampa? Se preguntó Dust, asegurándose de que el arma que Glenn le había dado se encuentre cargada.
—¿Es aquél? —preguntó Tara, señalando el gran almacén a sus espaldas.
No, solo vinimos aquí a admirarlo. Duh. Pensó Dust, desviando su mirada del grupo para observar con aspecto aburrido el lugar, notando que se encontraban justo delante de una puerta.
Deberíamos buscar en dónde están todas las otras salidas. Se dijo para si mismo Dust, sabiendo que Aiden no haría una cosa como esa, el hombre solía vivir la vida arriesgada y huía por el primer lugar que veía.
—Seh, es ese almacén. Esa puerta es la forma más rápida de entrar y salir. —Aiden dijo, confirmando las teorías de Dust.
Aiden no acepta sugerencias, fue por eso mismo que ni siquiera traje mis notas, de todas formas él no las leería. Se recordó, ajustando el agarre en su arma y la linterna que le habían dado.
—Deberíamos ubicar todas las salidas primero, por si algo sale mal. —Glenn sugirió, señalando el lugar.
—Ya tenemos una. La puerta principal. —replicó Nicholas de manera irónica, logrando que todos en el grupo de Noah se dediquen distintos tipos de miradas.
Dust ocultó su risa, sabiendo que era lo que ellos debían pensar: es un idiota.
—Noah cuidado. —Tara alertó, señalando con su pistola un muerto que había comenzado a acercarse a Noah desde atrás.
