MAYA
—Maya... —Mateo me interrumpe mientras leo mi libro.
—¿Qué? —respondo secamente.
—Con tu hermano iremos mañana a Toronto, ¿gustas venir? —pregunta tímidamente.
¿Por qué va a ir con mi hermano a Toronto? Alzo la vista enarcando una ceja encontrándome con sus ojos azules.
—¿Con qué hermano? —pregunto lo obvio.
—Con Liam.
—No, gracias —regreso la mirada a mi libro.
—Por favor... —él descansa su mano en mi libro.
—Estoy a punto de cortarte el brazo —observo su brazo con malicia.
Odio que cuando estoy leyendo me interrumpan y más si estoy en la mejor parte, ¿qué le pasa a la gente?
—Así puedes reconciliarte con tu hermano —enarca una sonrisa.
Su simple presencia me causa incomodidad, ¿cómo se supone que voy a pasar un día entero con él? Ni loca.
—¿Y quién te dijo que quiero reconciliarme con él?
—¿Entonces sí vas a ir?
—No.
—Perfecto, te espero mañana a las 7 de la mañana, lleva algo de ropa —informa y se marcha.
—¡Mateo, te dije que no! —le grito, pero ya es demasiado tarde porque se ha ido.
Ahora tengo que ir a Toronto con unos chicos que ni siquiera me agradan. Suelto un suspiro y dejo a un lado mi libro para acto seguido subir a escribir en la libreta e ir a mi habitación.
No tengo amigos y no tengo nada que hacer, así que la única opción que me queda es buscar lo que voy a ponerme.
Elijo unos pantalones con tops que luzcan bien con mi cabello, luego un vestido muy lindo —abrigado también— y preparo algunos productos como mi cepillo dental y demás.
Supongo que después de todo ir a Toronto no será tan malo, así puedo disfrutar un poco del aire fresco y olvidarme de algunas cosas.
Me tumbo en la cama mirando al techo, jugando con el collar de mariposa que mi padre me había regalado. Sí, quizás él me odie ahora, pero antes teníamos una maravillosa relación y eso nadie lo va a cambiar. Amaba a mi padre, pero creo que él no me amaba como yo lo amaba y eso está bien, no todo el mundo tiene que amarme. Pero... sí quería el amor de mi padre, ahora ya da igual, supongo.
Estamos sentimentales hoy.
Cierro mis ojos dejándolos descansar cayendo en un profundo sueño.
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EN OTRA VIDA
SpiritualMaya, una chica atea que detesta muy a fondo a los cristiano sin tener un porqué claro. Pero existe a alguien que ella detesta más que a cualquier otro cristiano y es a su vecino Mateo... Ese chico que no para de hablar. Para ella, tener que soporta...