10. EL LEGADO DE VAN GOGH

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Me emociona mucho visitar la Galería de Arte Ontario. Sinceramente, el arte me gusta mucho; siempre que me hablaban de arte, estaba yo presente, aunque me empezó a gustar debido a Valeria. Ella dibujaba y le encantaba el arte visual, y lentamente, yo fui tomando sus hábitos.

Prontamente llegamos a la Galería, pues quedaba a unos 15 minutos de la Torre en auto. Bajamos del auto y vemos gente por doquier. Una chica alta y de ojos oscuros yacía esperándonos.

—¿Familia Smith? —pregunta en forma de confirmación—Soy Amalia.

—Sí —confirmamos Liam y yo al unísono.

—No —niega Mateo.

—Bueno, em... Smith y Amadeo —señaló a mi hermano, a Mateo y a mí.

—Entiendo, acompáñenme, les daré un tour por toda la galería —nos sumerge en la galería.

—¿Y esto? —pregunta Mateo refiriéndose al tour.

—Quise que tuviéramos un guía —informa Liam en forma de susurro.

—Eres el mejor —comenta Mateo.

Al entrar nos reciben con una maravillosa sonrisa mientras la guía nos sumerge más allá.

—Esta es una muy conocida pintura llamada la... —intenta informar la guía.

—La noche estrellada de Van Gogh —chillamos Mateo y yo, haciendo que Liam y Amalia sonrían.

—Creo que ya la conocen —le dice Liam a Amalia.

—Pues, claro, si es una obra famosísima —comenta Mateo con mucha ilusión en sus ojos.

—La pintura es considerada una obra maestra del arte occidental y sigue siendo una fuente de inspiración y admiración en la cultura popular —comento.

—Muy bien, creo que mejor seguimos, ¿no? —sugiere mi hermano.

—Estoy de acuerdo —Amalia enarca una sonrisa.

—Es hermosa —chillo.

—Al igual que tú —susurra Mateo casi para él, pero hago como si no lo escuchase y sigo caminando junto a mi hermano.

Mateo y yo suspiramos coordinados y seguimos caminando.

Observamos más pinturas en las cuales yo siempre chillaba de la emoción. Era como una niña pequeña que consigue un helado. Amaba estar aquí. Mateo y yo en cada pintura hacíamos una parada observando su belleza, aunque mi favorita fue de Van Gogh... las demás estuvieron bien.

—¿Desean seguir? —pregunta Amalia.

A mí realmente me gustaría seguir, pero creo que si Liam ve una pintura más va a volverse loco. Mateo y yo conectamos miradas por un momento. Liam nos mira a ambos.

—Hasta aquí está bien —le sonrío a Amalia.

—Gracias a Dios porque si veo otra pintura más voy a volverme loco —confirma mis sospechas mientras Mateo y yo reímos en lo bajito.

—Síganme —pide Amalia sacándonos de la Galería.

Antes de salir, cruzamos por una galería que no había visto antes y detengo el paso.

EN OTRA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora