Me miraba en el espejo, dudosa de que tal me veía. Hoy era mi cita con Dany y quería bien para ella. No sabía a donde iríamos, por ende, no sabía que tipo de ropa usar así que me decidí por algo más casual, me acerqué y después de pensar un rato, a mi closet y tomé un top blanco sin mangas, unos pantalones negros y mis converse.
Me puse todo lo que tomé y me vi al espejo, no me veía mal, pero sentí que le faltaba algo, camine hacia mi closet otra vez y agarre una camisa en color gris obscuro. Teniendo la ropa lista, me acerque a mi tocador y busque algunos accesorios que ponerme. Cuando encontré unos que fueron de mi agrado los coloqué. Finalmente me puse mi perfume con olor a vainilla y salí de mi habitación.
—Papá! ¿qué tal me veo? — Exclamé en cuanto lo vi.
—Muy hermosa, hija. Hasta te bañaste ¿Verdad? que milagro. —Dijo con una sonrisa pícara y yo lo mire mal. Siempre tiene algo con que molestarme.
—Yo siempre me bañó, si tu no lo ves, es otra cosa. —Aclare con la voz firme.
—Bueno, está bien ¿Cuándo va a llegar la muchacha esa? — Pregunto mientras se sentaba en el sofá, el ya sabía lo de nuestra cita, le avía platicado antes. No pude evitar el sonreír al pensar en ella.
—Se llama Daniela. — Aclare—Y se supone que llega en unos 15 minutos. — Lo mire, aun sonriendo.
—Sí, ya sabía. — Dijo, con una voz alegre. —Que bien que vayas a salir con ella. No la conozco mucho, pero creo que es buena persona. —Yo solo asentí con la cabeza.
Mientras tanto el timbre sonó y de inmediato supe que era ella. Me despedí de mi padre, y con una sonrisa me acerqué a la puerta, me sentía algo nerviosa, así que para intentar calmar mis nervios respiré hondo antes de abrir.
En cuanto me sentí lista, abrí la puerta. De inmediato pude ver a la rubia sonriéndome ampliamente, no pude evitar admirar lo bien que se veía. Llevaba puesto un top blanco que hacía resaltar el color de su cabello, unos pantalones tipo cargo grises y una chaqueta de cuero negra, le daba un toque elegante pero rebelde.
—Hola, Angie. —Me abrazo y el olor a lavanda combinado con otro olor intenso que no pude lograr descifrar me envolvió por completo en el abrazo.
—Hola, Dany—Devolví el saludo, aun estando abrazada a ella. Después de que nos separamos comencé a cerrar la puerta de mi casa.
—¿A dónde iremos? — Pregunte, mientras terminaba de cerrar.
—Ya verás. — Sonrió de manera juguetona.
Caminamos hacía su auto y ella me abrió la puerta caballerosamente, a lo que yo sonreí sin evitar poder sentirme halagada.
Durante el camino estuvimos hablando sobre que habíamos echó en el día, y en cuánto no tuvimos de que más hablar, ella lleno el silencio con algo de música, aunque no era un silencio incómodo, al contrario, el simple hecho de estar estar ella me hacía sentir bien.
Ella siguió manejando, ya estábamos algo alejadas de la ciudad. Estábamos subiendo la montaña "Ok, o esto va a ser la cosa más romántica, o en realidad Daniela es una traficante de órganos y voy a terminar siendo una parrillada en China" no pude evitar pensar al ver que nos estábamos alejando "Espera, ¿Yo sería una buena parrillada?". La segunda cosa quedo descartada de inmediato, si ella quisiera vender mis órganos ya lo habría hecho hace mucho, soy una presa fácil.
Después de esa mini discusión mental, voltee a ver a Dany, su rostro tenía un semblante serio mientras su cabello rubio se movía por el aire, ella estaba concentrada en el caminó, era obvio. Yo solo me dedicaba a mirar lo bien qué sé veía así, eso hasta que ella volteó a verme de reojo y me sonrió "Ok talvez no es traficante, pero si una asesina y está buscando que me dé un infarto".
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𝐴𝑚𝑜𝑟 𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝐸𝑛𝑠𝑒𝑛̃𝑎𝑛𝑧𝑎 / 𝐷𝑎𝑛𝑖𝑒𝑙𝑎 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑟𝑟𝑒𝑎𝑙
FanfictionOye...¿Me enseñarias a tocar la guitarra?¿Serias mi maestra?-Murmure. Apenada, busque su mirada atraves del espejo. -Sí, si quiero. -Respondió, Daniela. Sus ojos brillaban mientras sonreía ampliamente. Ninguna de las dos sabían que este sería el com...