14. ¿𝑵𝒐?

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𝑫𝒂𝒏𝒚'𝒔 𝒑𝒐𝒗

El tour había estado lleno de trabajo y diversión. En cuanto menos me di cuenta, ya había pasado más de un mes del tour. Mis hermanas y yo éramos bien recibidas en todos los destinos que habíamos planeado.

Estábamos en Las Vegas, listos para ir al sound check de un festival en el que participaríamos en unas horas. Pero, antes de ir al lugar donde sería el festival, decidimos ir a comer algo; sabíamos que nos daría hambre en el transcurso del día.

Varios de los miembros del equipo, mis hermanas, y yo estabamos discutiendo a donde iriamos a comer. Cada quien tenía antojos diferentes, pero honestamente, a mí me bastaba cualquier cosa que pudiera llenar mi estomago, así que en vez de poner atención a la pequeña discusión tomé mi celular para ver mis redes sociales.

Después de haber estado un rato revisando mis redes sociales, noté que Angie había publicado una foto de un plato que cocinó en su facultad, con el collar que le mandé hace unos días claramente visible en la imagen. Sonreí al ver el colgante, que parecía brillar tanto como su sonrisa. Decidí enviarle un mensaje rápido antes de que nos decidiéramos por un lugar para comer.

"Hola, linda. Veo que el collar te queda perfecto y la comida se ve deliciosa. Espero que estés disfrutando tu día. Tqm"

Escribí, más no esperaba que me respondiera pronto; ella me dijo que iría a hacer unos mandados con su padre, el señor Marco. Sólo he hablado con el un par de veces, pero su veía él cariño que le tiene a Angie; La primera vez que hablé con él fue cuando Angie y yo empezamos a salir. Quería asegurarse de que yo tratara bien a su hija, y aunque fue una conversación un tanto incómoda, pude ver cuánto la amaba y cómo se preocupaba por ella.

—¿Verdad que quieres sushi, Dany? —Oí la voz de Ale, sacándome de mis pensamientos. Volteé hacia dónde estaba Alejandra sentada, ella y todos los demás me miraban fijamente. No sabía que responder.

Estaba a punto de asentir, cuando escuché que Pau me murmuró algo: —No, dile qué no.

La miré a los ojos y luego asentí levemente. —Sí, sushi está perfecto —dije, sonriendo picaramente. Paulina abrió la boca levemente y me dio un golpe en el hombro.

—Traicionera...

En cuanto decidimos que comeriámos, todos nos fuimos al lugar más cercano donde venden sushi, en una camioneta que habíamos rentado para poder movernos más fácilmente. íbamos algo apretados porque éramos varios, pero fue entretenido.

Llegamos al lugar, escogimos una mesa lo suficientemente grande para que todos cupiéramos y pedimos lo qué comeríamos.

La tarde pasó rápido; en tan solo un par de horas, ya estábamos en el sound check revisando los últimos detalles técnicos en el escenario y preparando los instrumentos. Con cada minuto el cielo se empezaba a tornar más obscuro, y la gente comenzaba a llegar.

Cuando todo estuvo listo, fuimos a los camerinos para prepararnos. Nos quedaban unos minutos antes de que comenzara el concierto. En ese tiempo podríamos relajarnos un poco y retocar nuestro maquillaje.

—¿Estan nerviosas? —preguntó Ale, mientras tomaba agua.

—No más de lo normal —aclaró Pau —, ya saben, los típicos nervios antes de salir al escenario. 

Escuchaba lo que mis hermanas decian, mientras me aseguraba de que mi atuendo luciera bien viendome al espejo.

—Chicas, salen en cinco. —Rudy se asomo al camerino.

...

Hicimos una reverencia al público tomadas de las manos, y nos tomamos una foto a modo de despedida. Bajamos del escenario, estando cansadas y satisfechas por nuestra actuación. Como siempre, dimos lo mejor de nosotras, y la energía del público logró impulsarnos para seguir adelante.

𝐴𝑚𝑜𝑟 𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝐸𝑛𝑠𝑒𝑛̃𝑎𝑛𝑧𝑎 / 𝐷𝑎𝑛𝑖𝑒𝑙𝑎 𝑉𝑖𝑙𝑙𝑎𝑟𝑟𝑒𝑎𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora