q u i n c e

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"Y sé que cometo
los mismos errores cada vez
Los lazos se cortan, nunca aprendo
Al menos hice algo bueno"
~Call It What You Want; Taylor Swift.


Daniel POV

Una última oportunidad tenía con Isabella, así que la aprovecharía, me costó convencerla, pero al final acepto en venir, así que nos iríamos por dos semanas a nuestra segunda luna de miel, la cual seria en su totalidad en Italia.

Izzy me entrego su maleta y la guarde en el maletero del auto con ayuda de Boris, iríamos a Rimini, Pisa, Bolonia y el viaje terminaría en la Ciudad de Vaticano, de ahí partiríamos a Ámsterdam que sería donde se retomaría la Formula 1, e Izzy iría conmigo ya que sus clases iniciaban un par de semanas después.

-¿Lista?- pregunte en cuanto Izzy salió del Pent-House en el que vivíamos, tenia un vestido y su cabello atado en un moño, desde que había teñido su cabello, Izzy se veía mas hermosa e incluso un poco más madura, amaba la nueva Isabella segura de si misma.

-Sip- dijo y se acercó a Boris, le dio una instrucción rápida y volvió a mi lado- Después de Ámsterdam tengo que ir a Mónaco.

-¿A Mónaco?

-Si, mi abuelo está enfermo lo iré a visitar.

-No lo sabía, ¿Qué tiene?

-Tuvo un ataque al corazón un día después de la boda -abrió la puerta del auto y se subió- No me habían dicho nada porque estaba de viaje contigo.

-Yo también iré a visitar a tu abuelo.

-Gracias -dijo y se recostó sobre mi hombro.

•••

-Mira esto tan lindo -me mostro una porcelana, el viaje había sido corto, y habíamos viajado temprano para poder disfrutar lo que mas pudiéramos.

-Y mira esta -le mostré una porcelana de un monoplaza de RedBull.

-Esa -dejo la porcelana que tenia en sus manos sobre el aparador- Esta buenísima, compremos un par de esas porcelanas.

Isabella escogió las porcelanas, le regalaría una a su mamá, quien amaba coleccionarlas y le regalaría una a Carlos, ya que había encontrado la porcelana de su monoplaza.

-Ya se donde quiero ponerlas -sonrió feliz- De hecho, ahorita que volvamos a Roma quiero remodelar el lugar.

-Me parece una muy buena idea.

Después de comprar una cantidad considerable de porcelanas, con Isabella decidimos ir al hotel, ella quería bañarse y cambiar su atuendo, y yo aprovecharía eso para ir a comprarle un regalo a mi esposa; quería regalarle algo que la hiciera feliz, y sabia cual seria el regalo perfecto para ella, Isabella era una gran fan de Taylor Swift, había viajado a Estados Unidos para poder asistir al tour que estaba haciendo la artista,  la forma en la que Isabella y la cantante amaban los clichés románticos, te podrían dar una idea de que regalarle a alguien que romantice tanto el amor,  sabia de antemano que el regalo perfecto para Isabella seria un cadena con mi inicial, como la canción de Taylor Swift, canción que Isabella amaba tanto.

Entre a la joyería y le mostré a la chica que estaba detrás del aparador la foto de lo que quería, quien muy amablemente me mostro las opciones que había, elegir fue difícil, no sabía si Izzy prefería el dorado o plateado.

-Yo llevaría la dorada -dijo una voz a mi derecha, me gire en dirección a la voz.

Wow.

Santa mierda.

Que belleza.

Una rubia alta de ojos azules, envuelta un vestido rosa, que resaltaba su figura era la dueña de aquella voz que me había dado su opinión segundos antes.

Sonrió, era hermosa aquella rubia.

-Digo- se aclaro la garganta- A mí me gusta más el dorado.

- Es elegante ¿no te parece? -sonreí.

-Lo es -estiro su mano- Alice Maddox.

Tome la delgada mano de la rubia, y la estreche.

-Daniel Ricciardo -sonreí lascivamente.

- ¿Entonces lleva la dorada? -pregunto la chica del aparador.

-Si – le entregue mi tarjeta débito- Y que la nota diga "Voglio portare la tua iniziale su una catenina al collo" -DR3

La chica asintió, realizo el pago y se fue a guardar la cadena y marcar la tarjeta.

-Que romántico -dijo Alice.

- Oh, no es para mí, es un regalo de un amigo, no tenía tiempo en venir a comprarlo así que yo le hice el favor.

Alice iba a responder cuando un chico de unos dieciséis años la llamo.

-Alice, papá mando a decir que, si vas a comprar algo que lo hagas o, sino que dejes de perder el tiempo.

-Ya voy Joshua -dijo y me miro- Me tengo que ir Daniel Ricciardo.

-Que te vaya bien Alice Maddox.

Y salió de la joyería.

Definitivamente Alice, seria el tipo de chica con la que me gustaría que me fotografiaran en la calle, era alta, esbelta, tenia unas piernas de infarto y sobre todo era rubia.

Lamento recordarte que ya tienes a tu chica alta, esbelta, con piernas de infarto y ex rubia, y oh sí, es tu maldita esposa a la que le estas comprando ese maldito collar de oro.

Me recordó mi subconsciente, no sabia que maldita debilidad tenia con las rubias, pero siempre caía rendido a sus pies.

Pero Isabella siempre seria la excepción a la regla, amaba verla con su cabello castaño siempre con una sonrisa en su rostro, y siendo auténticamente ella, aparte de que físicamente era hermosa, era inteligente, ella siempre tenía una explicación para todo; y muchos en el Paddock le admiraban ello, estaba seguro de que si Isabella hubiese escogido una ingeniería tendría a la NASA rogándole por que trabajara con ellos.

Regresé al hotel, y encontré a una Isabella perfectamente arreglada y con un vestido verde que la hacía ver irresistible.

-Hola guapo -me sonrió.

-Te ves hermosa -dije dejando la bolsita encima de la cama.

-¿No te parece mucho verde?

-Para nada, el verde te queda genial.

Sonrió tímida.

-Te compre algo -Izzy me miro, tome la bolsita y saque la caja de terciopelo negro, abrí la cajita y saque la cadena.

-¿Qué es? -pregunto.

Tome la cadena en mis manos y la puse alrededor del cuello de Isabella, la abroche y deje que reposara sobre su delicado cuello.

Automáticamente Isabella la tomo en sus manos y la miro.

-D3 -dijo- Dios mío tu inicial- su sonrisa se hizo más amplia- Oficialmente este es el momento más romántico después de nuestra boda claro está.

Se abalanzo sobre mí, me abrazo y lleno de besos la cara.

-No sabes cuanto te amo Daniel Joseph Ricciardo. 

- Y yo a ti, Isabella Ricciardo -la abrace.

Mierda como amaba a mi esposa, desde que entendí que podía perder a Isabella; mi amor por ella incremento y el temor de perderla era constante, pero era hombre y tenía alguna que otra necesidad y sabía que Isabella no las satisfaceria así que por esa razón siempre buscaba a una rubia esbelta que lo hiciera, y eso siempre sería un maldito problema en mi matrimonio.

Happiness is a Butterfly || Daniel Ricciardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora