v e i n t i s e i s

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"Habría muerto por tus pecados
en cambio, solo morí por dentro"
-The Smallest Man Who Ever Lived
Taylor Swift

Martes, Roma.

Me sentía extraña, estaba en mi ciudad y país natal, pero me sentía como una completa extraña, como una turista, como si Roma no fuera mía, como si Italia fuera una extraña para mi, sentía que estaba en el terreno de Ricciardo, y no en el mío.

Papá apretó suavemente mi mano, en un gesto de compasión y lástima, hoy después de casi un mes, vería nuevamente a Daniel, y no estaba preparada para ello.

—Todo saldrá bien —dijo sonriendo— Te lo prometo.

Asentí levemente, en cualquier momento vomitaría mi corazón, la cabeza me dolía, era un dolor ensordecedor, quería tomar un par de píldoras y dormir horas y horas.

Al bajar del auto me puse mis gafas de sol, cruce la puerta de entrada del edificio y solté una bocanada de aire, aquí vamos.

Llegamos a la oficina indicada y entramos, al poner un pie dentro mi pulso se aceleró, mi respiración se torno irregular y el dolor se hizo más intenso, ahí estaba el, ahí estaba Daniel, tenía una chaqueta de jean y una camisa de su marca, su cabello había sido cortado recientemente y sus rizos habían regresado completamente, tenía unas gafas de sol, pero en cuanto entro mi padre el se las quito dejándome ver sus ojos, ese par de esferas cafés que me derretían.

—Presidente —dijeron los abogados de Daniel al unísono mientras se levantaban de sus asientos.

—Buenas tardes —saludo mi padre estrechando la mano de cada uno de los hombres.

—Marco —dijo Daniel saludando a mi padre.

—Señor... —dijo mi papá— Para usted soy el Señor Marco —y luego estrecho la mano de Daniel.

—Isa, siéntate aquí —dijo Tomasso señalando una silla al lado de el.

Caminé al asiento, me senté y llamé discretamente a Angélica, la asistente de mi papá.

—Me puedes traer dos aspirinas, una botella de agua y un té de menta —susurre— Y cita al doctor Santos para que vaya a la casa a la salida de aquí.

Angélica asintió y salió a traer lo que le había pedido.

—Estuvimos hablando con Ferrari —dijo Tomasso— Y bueno, hay un primer acuerdo, pero no fue el acuerdo que se le propuso a Daniel.

Hubo un silencio incómodo en el lugar.

Tomasso miro a papá, suspiré en cuanto papá asintió levemente con la cabeza.

—La semana pasada me reuní personalmente con los inversionistas de Ferrari, conozco a un par de personas importantes —dijo papá— Si bien es cierto que Daniel es la opción más viable, están en negociaciones con otro piloto, y ese piloto es la prioridad de la escudería.

—¿O sea que no hay contrato en Ferrari? —pregunto Daniel.

—No, aún no y probablemente no lo haya—respondio papá— Pero podemos alargar tu contrato en AlphaTauri por tal vez tres o cuatro años más.

—El trato era con Ferrari —respondio uno de los abogados de Daniel.

Papá soltó una leve carcajada.

—Creo que no debes decirme con quién era el trato, porque yo fui el que propuso ese juego.

—Entonces no hay divorcio —dijo Daniel sonriendo y mirándome.

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⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

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Happiness is a Butterfly || Daniel Ricciardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora