v e i n t i u n o

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"Se convirtió en algo más grande
en algún lugar de la neblina
tengo la sensación de que fui
traicionada"
—The great wat; Taylor Swift.

El fin de semana había terminado, y por fin podía respirar un poco de aire sin tener una cámara frente a mi rostro o alguna persona obsequiándome flores por mi cumpleaños, también podía estar tranquila porque ya no me iban a cantar el feliz cumpleaños cada que entraba a una habitación o iba a encontrar varios pasteles en la habitación de Daniel.

—Gracias —le dije a la chica del mostrador quien me estaba entregando un pan perfectamente tajado.

Salí de la panadería y caminé las pocas calles que habían de distancia para llegar a mi casa, lugar en el que estaban Daniel y Pierre, quien quiso quedarse un día extra para esperar a su novia quien venía de Portugal.

Entre al lujoso edificio de apartamentos en el que vivía con Daniel, entre al elevador y apreté el botón de "PH2".

Salí del elevador y entre directamente al apartamento, no había señales de Pierre o de Daniel, quienes al yo irme se habían quedado en sala viendo un partido del Atalanta, equipo de fútbol en el que todos en mi familia éramos aficionados.

Deje las compras sobre la mesa de entrada, me quite mi abrigo y colgué mi bolso en el perchero, caminé en dirección al estudio, lugar en el que había escuchado las voces de los chicos, la puerta estaba medio abierta, así que con un poco de esfuerzo podía escuchar lo que hablaban.

—¿Qué es tan jodido Daniel? — pregunto Pierre.

—Todo —suspiro mi esposo— Mierda todo se arruinará con Isabella.

—¿Así de malo es? — volvió a preguntar Pierre.

—Sí

La intriga me carcomía por dentro, ¿Qué era eso que no dejaba a mi esposo en paz?

—Entonces no le digas a Isabella —sugirió Pierre— Si la va a lastimar tanto, es mejor ocultarlo, no es justo con Isabella que la lastimes más, ya ha sufrido bastante por tu culpa.

—No es algo que pueda ocultar por mucho tiempo —Daniel hablo más bajo.

—¿Qué es? — pregunto Pierre.

—¿Recuerdas a Alessia Messer? —empezó a hablar Daniel.

¿Alessia había regresado?, la ira se empezó a apoderar de mí.

—¿La rubia francesa que te presento Sainz? — pregunto Pierre.

Maldito perro infeliz de Sainz siempre había tenido la pregunta de cómo se habían conocido Alessia y Daniel, ahora tenía el nombre y apellido de la persona que los presento, sabía que Carlos me odiaba, y el sentimiento era mutuo pero jamás imaginé que su odio llegaría hasta el punto de querer destruir mi matrimonio.

—Esa misma —respondió Daniel haciendo una pausa— Hace dos semanas me envió un mensaje de texto preguntando en donde era la próxima carrera del calendario —suspiro— Creí que quería recordar viejos tiempos, así que la invité a que viniera aquí a Italia.

Damas y caballeros, Daniel Ricciardo engañándome, otra vez.

—El caso es que nos vimos el sábado después de la qualy —continúo hablando— Llegó un poco diferente... lucía diferente —su voz cambio— Tenía una pequeña pancita —hizo una pausa— Alessia es demasiado delgada, así que un pequeño cambio en su cuerpo se nota un montón, y yo lo noté.

—¿Qué te dijo? —hablo Pierre después de un tormentoso silencio de dos minutos.

—Me contó que estaba muy feliz con James, el americano con el que estaba saliendo, pero...—trago— Pero tenía algo muy importante que decirme... y me lo dijo... me dijo que...

Happiness is a Butterfly || Daniel Ricciardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora