v e i n t i c u a t r o

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"Dices que estoy loco
porque piensas
que no se lo que has hecho"
~I'm Not The Only One; Sam Smith.

Mónaco, Domingo.

Cassandra... Cassandra Ricciardo.

Así se iba a llamar la hija de Daniel con Alessia Messer el malestar y sin sabor se hizo presente en mi.

Cuando empecé a salir con Daniel en una de nuestras conversaciones le admití al piloto que me gustaría llamar a una de mis hijas Cassandra, así se llamo mi abuela paterna, y ese nombre significaba mucho para mí, al parecer el nombre lo había marcado porque así iba a llamar a su primera hija.

Limpie las lágrimas que habían salido de mis ojos, con ira, con odio, con resentimiento.

Maddy me había llamado en cuanto se enteró del género y nombre del bebé que venía en camino, ella me mantenía informada de todo lo que pasaba en el paddock en mi ausencia y su padre Tomasso Salvatore era quien estaba llevando mi proceso de divorcio con Daniel, el cual estaba siendo un completo infierno, Tomasso era el mejor abogado de Italia y uno de los mejores amigos de mi papá.

—Es un cabron —dijo Callum sentándose en una de las sillas de la sala.

—Cada vez lo arruina más —esta vez hablo Nicolò— Parece que piensa con las patas.

Una pequeña risa se me escapó al escuchar las palabras de Nicolò.

—¿Cuanto tiempo se quedarán en Mónaco? —pregunto Callum, antiguo compañero de equipo de Nicolò.

—Mañana me voy yo —respondió Nicolò— Tengo partido el jueves.

—¿Isabella regresará contigo a Milán?

—No —Nicolò me miró— Isa se queda a vivir con su abuelo una temporada.

Aclare mi garganta, había estado llorando por cinco minutos seguidos.

—Mi abuelo me debe estar esperando  —dije— Nos pueden ir a visitar cuando quieran, tu y Amelia.

—Claro que iremos —respondió Callum sonriendo.

—Nosotros nos vamos ya —me levanté del sofá— Dale mis saludos a Amelia.

Entrelace mi mano con la mano de Nicolò y salimos del penthouse que Callum compartía con su novia.

—¿Estas bien? —pregunto Nicolò cuando se cerraron las puertas del elevador.

—Lo estaré —sonreí.

Nicolò me abrazo, el nudo en mi garganta apareció de nuevo.

—El miércoles me reúno con mis abogados —dije deshaciendo el abrazo— Es la conciliación del divorcio.

—¿Quieres que te acompañe?

Dude en responder, mi divorcio era algo que debía hacer pronto, entre menos personas se enteraran del asunto, sería mejor, y eso sin contar que Daniel estaba haciendo las cosas difíciles.

—No, Maddy estará conmigo —sonreí.

Salimos del elevador y caminamos hasta el auto, quería seguir llorando, cada minuto que pasaba el dolor y los celos me invadían más.

Happiness is a Butterfly || Daniel Ricciardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora