Después de un rato, Liam me llevó a la casa de Elliot. Una vez allí, fui directo a la habitación; no tenía ganas de hablar con nadie. A la mañana siguiente, me levanté temprano y me puse el uniforme escolar antes de dirigirme hacia la cocina, la cual estaba impregnada de un maravilloso aroma. Elliot y su abuelo estaban sentados en la mesa, mientras su madre servía el desayuno. Elliot me hizo un gesto para que me sentara y así los cuatro empezamos a desayunar juntos.
Después de terminar de desayunar, llevé a Elliot a su escuela y luego me dirigí a la mía. Una vez en los pasillos, Liam estaba a mi lado. De repente, mis ojos se abrieron completamente al ver a René y Hayley caminar tomados de la mano. Ellos se detuvieron frente a nosotros y ambos se besaron.
Mientras observo su beso la sensación de abandono y pérdida se apoderó de mi dejándome con una sensación de vacío en el pecho.
Liam me observa atentamente—¿Estás bien?
Suspiro frustrada.—Estoy cansada de esa pregunta. Solo vamos a clases y olvidemos lo demás.
Asiente con la cabeza y ambos se dirigen al salón de clases. Se sientan juntos y justo en ese momento, Taylor se acerca a sus escritorios con una expresión sombría.
—¡Mira quién está aquí, la zorra de la clase!—dijo Taylor a Eli con un tono grosero y despectivo.
Liam fulminó a Taylor con la mirada y se puso de pie.—No hagas escenas, Taylor—murmuró con frialdad.
Taylor se rió con sarcasmo.—Si tan solo hubieras sentido algo por mí de esa manera, nuestra relación podría haber funcionado—dijo con amargura.
Liam cruzó los brazos con frustración.—Nuestra relación no funcionó porque solo te interesas por ti mismo. Primero Taylor, luego Taylor de nuevo, y después Taylor una vez más—dijo con amargura y decepción.—Nunca quise engañarte, Taylor, pero no sé en qué momento me enamoré de Eli. Simplemente ansiaba las noches para hablar con ella, encontrarnos en la pista de patinaje, ver películas hasta quedarnos dormidos. Cuando tenía un mal día, solo quería estar a su lado sin necesidad de hablar, porque ella era la solución a mis problemas. Y cuando tenía un buen día, quería compartirlo con ella.
Me queda paralizada, con mis labios entreabiertos en asombro. Un escalofrío recorre mi espina dorsal mientras procesa las palabras que escuche
Taylor fijó una mirada llena de resentimiento hacia Liam, con lágrimas deslizándose por su mejilla.—¿Por qué ella y yo no? Yo sí te amaba—murmuró con voz entrecortada, luchando por contener la tristeza y la confusión que llenaban su corazón.
Con un suspiro pesado, me levantó de mi silla— esto entre ustedes me voy
Taylor me está lanzando miradas despectivas.—No te hagas la inocente. Siempre te has entrometido en nuestra relación. Quiero saber por qué eliges a Eli en lugar de a mí. Soy más divertida, más bonita y más sexy que ella. Todos afuera estarían encantados de tenerme en lugar de conformarse con Eli. ¿Por qué la prefieres tú, Liam?
—Taylor, no se trata de una sola razón por la que siempre haya sido Elody para mí. Siempre fue Elody para mí, aunque admito que tenía miedo de aceptarlo. Cometí el error de intentar convencerme a mí mismo de que tú y yo éramos la pareja perfecta, pero ahora veo que nunca lo fuimos.—bajo la mirada—nunca quise lastimarte a ti ni a Eli. Si estás molesta con alguien, que sea conmigo. Fui yo quien te engañó, no Elody. Te mentí incluso antes de que las cosas fueran físicas, desde el momento en que te decía que me iba a dormir y luego me encontraba con Elody en la pista.
Taylor te da una mirada despectiva.—¡Excelente! Ahora eres todo un príncipe azul que define a su perra—dice con sarcasmo.
—No necesito que me defiendas

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El desastre que fui
RomanceElody ha sido el secreto de Liam durante demasiado tiempo. Él es el hermano de su mejor amiga, el que nunca podrá ser suyo por completo, el pecado en el que siempre recae. Debería alejarse, pero nunca ha sabido decirle que no. Hasta que aparece René...