Mientras salía de la biblioteca, sentí una presencia tras de mí antes de que una mano firme atrapara mi brazo. Me giré bruscamente, solo para encontrarme con los ojos oscuros de Liam, llenos de algo que no podía descifrar del todo. Sin decir una palabra, me arrastró hacia un salón vacío. El portazo resonó en el aire como un disparo.—¿Qué haces? ¡Déjame salir! —exigí, tirando de mi brazo.
—No hasta que terminemos esta conversación —respondió, su tono bajo y tenso, como si estuviera al borde de perder el control.
—No hay nada más que decir, Liam. Esto... —mi voz se quebró mientras sentía las lágrimas quemándome los ojos—. Esto nunca debió pasar. No entiendo cómo pude estar contigo todos esos meses.
Sus ojos se estrecharon al oír mis palabras, y de repente dio un paso hacia mí. Estaba demasiado cerca, su calor envolviéndome, y la intensidad de su mirada me dejó sin aire.
—Eso no es verdad, y lo sabes —dijo, su voz ahora un susurro cargado de peligro. Sus manos subieron hasta mi rostro, sujetándolo con una suavidad que contrastaba con la firmeza de su presencia—. No puedes arrepentirte de nosotros, Elody. Lo que tuvimos era real.
Aparté mis manos con un movimiento brusco, sintiendo cómo mi piel ardía donde me había tocado.
—Nunca hubo un 'nosotros', Liam —escupí, mi voz temblando entre la ira y el dolor.
Por un momento, el rostro de Liam se endureció. Sus ojos, enrojecidos por la emoción contenida, descendieron hasta mi cuello. Una sonrisa fría y amarga apareció en sus labios mientras señalaba con un gesto casi casual.
—Entonces, ¿por qué sigues usando el collar que te di?
El aire pareció congelarse entre nosotros. Mi mano voló instintivamente al pequeño colgante en forma de nota musical. Tragué saliva, sintiendo el peso de su mirada y lo que significaba ese detalle que no había tenido la fuerza de dejar atrás.
—Eso no significa nada —dije al fin, aunque mi voz carecía de la convicción que quería mostrar.
—¿Nada? —repitió, dando un paso más cerca. Podía sentir su respiración, su voz ahora teñida de burla—. ¿Por eso no te lo quitaste todo este tiempo? Porque no significa nada, ¿verdad?
Mis manos temblaban mientras desabrochaba el collar con dedos torpes. El frío del metal contra mi piel se sintió como un recordatorio del vínculo que estaba tratando desesperadamente de romper. Finalmente, lo sostuve frente a él y agarré su mano, colocando el collar en su palma con una fuerza deliberada.
—No te acerques a mí nunca más, Liam.
Él cerró los dedos alrededor del collar, su mirada fija en mí con una intensidad que casi dolía. Por un instante, pensé que iba a decir algo, a lanzar otra frase para mantenerme allí, atrapada en su órbita. Pero no lo hizo. Solo me miró, como si pudiera destrozarme con los ojos, antes de dar un paso atrás.
El aire seguía cargado mientras lo esquivaba para salir, pero podía sentir su mirada quemándome la espalda, como si quisiera retenerme con solo desearlo.
Mientras me observaba en el pequeño espejo de mi casillero, intentaba disimular que habia llorado de repente, Hayley, Taylor y Liam aparecieron a mi lado.
—Esta noche vamos a festejar el regreso de Liam a Lux, ¡tienes que venir con nosotros!—exclamó Hayley haciendo un puchero.
Taylor me miró—Bueno, Hayley te robó al chico que te gusta, así que es normal que te sientas mal.

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El desastre que fui
Storie d'amoreElody ha sido el secreto de Liam durante demasiado tiempo. Él es el hermano de su mejor amiga, el que nunca podrá ser suyo por completo, el pecado en el que siempre recae. Debería alejarse, pero nunca ha sabido decirle que no. Hasta que aparece René...