2

979 93 15
                                    


Me doy la vuelta y entro en mis clases aun molesta por la actitud de Liam. Después de unas horas tengo una hora libre y me dirijo a la cafetería, me formé en la fila para pedir un café.

René me observó fijamente— Puedo formarme detrás de ti, ¿o tu novio va a venir a decirme que no me puedo acercar.

— Liam no es mi novio — dije cortantemente

— Y él sabe — exclamó divertido

—¿Saber qué?— Hayley exclama mientras se acercaba hacia nosotros con una mirada curiosa.

— Nada. René ella es Hayley, la hermana de Liam

René no dio mucha importancia a Hayley— me voy — se dio la vuelta y se alejó de nosotras

— Es raro, pero muy atractivo, tiene una mirada de chico malo y dañado, pero estoy segura de que lo puedo arreglar

Frunzo el ceño — es una persona no un objeto roto Hayley — dije de mala forma

— Solo bromeo, pero no en que es atractivo ¿ por cierto porque estabas con él?— me cuestiono

— Está en cálculo avanzado igual que yo ¿ porque el interrogatorio?

Ella me da una mala mirada — estás insoportable hoy, cuando estés de mejor humor hablamos o te veo en la fiesta de Liam

— No se iré a la fiesta

— Claro que irás — dijo en tono de orden

Pongo los ojos en blanco — tengo platica no se si este cansada o de buen humor

Hayley me dio una mala mirada — haz lo que quieras Eli. — dijo antes de irse.

Suspire frustrada, una vez con mi café fui directo a la biblioteca, me puse mis audífonos y me quedé ahí hasta mi siguiente clase, en verdad odiaba este día. Por suerte las clases avanzaron rápido, y al terminar la escuela fui directo a la pista de patinaje, me puse un atuendo adecuado y entré a la pista y comencé a entrenar mis giros.

— Scott no está saltando bien, ¡ NO NOS IREMOS HASTA LA PRÁCTICA SALGA BIEN!— me grito molesta mi entrenadora

Puse los ojos en blanco y seguí intentando el salto Alex en donde durante el salto debo despegar hacia adelante desde el filo exterior del patín de entrada y completar 1.5 rotaciones en el aire antes de aterrizar en el filo exterior del otro patín. Por suerte el tonto salto salió bien y mi entrenadora dio por terminado el entrenamiento después de estar una hora y medio en el hielo.

Tomo mis cosas y antes de salir me encuentro con René quien lleva equipo de hockey — no esperaba verte aquí. Por cierto lindo vestido— exclamó sorprendido mientras me observa de arriba a bajo

— La pista es exclusiva los lunes, miércoles y viernes para las patinadores .

El se acerco a mi — Gracias por la información

Levanté la vista y nuestros ojos se encontraron, como si estuvieran atrapados en un magnetismo invisible. Su estatura imponente, considerablemente mayor que la mía, agregaba un toque de intimidación al encuentro. Con una altura que fácilmente supera el metro ochenta y cinco.

En ese momento, mientras nos observamos mutuamente, podía sentir la tensión en el aire, espesa y casi tangible. Era como si estuviéramos al borde de algo, algo grande e inexplorado, pero ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso hacia ese abismo de lo desconocido.

En ese instante, cuando la tensión entre nosotros alcanzaba su punto álgido, fuimos interrumpidos abruptamente por la voz de mi entrenadora. Con un tono firme pero amable, ella se acercó y colocó una lista de alimentos frente a nosotros.

El desastre que fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora