Definitivo. (Severus Snape Joven)

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(Frase inspiradora sobre la imaginación)

El primero de septiembre de 1976, este debía ser mi año. El penúltimo antes de graduarse, debía aprovechar al máximo mi tiempo restante en el cual había sido mi hogar por tantos años.

Me emocionaba pensar en volver a Hogwarts, ver a todas las personas que me acompañaban diario y hacían que mi estancia fuera amena. Aunque también tendría que ver a algunas personas que no eran del todo agradables.

Severus Snape era un chico de mi año al cual mis amigos adoraban molestar, nunca entendí por qué le tenían tanto desprecio, pero él también adoraba insultarles cada que tenía oportunidad.

En nuestro tercer año, Severus y yo nos volvimos muy buenos amigos, pero poco a poco comencé a darme cuenta de algunas desagradables creencias que tenía sobre la pureza de sangre; yo, como sangre mestiza no me sentía cómoda estando con él. Impuse distancia entre nosotros pero insistió en que siguiéramos siendo amigos, le dije múltiples veces que no, pero simplemente no quería entender.

Mis actuales mejores amigos a los cuales no conocía entonces, intercedieron en mi favor cuando Severus se puso demasiado intenso. Recuerdo vívidamente como Snape sostenía mi mano sin ganas de soltarme y yo jalaba con fuerza para apartarme, insistía en que me quería demasiado y lo siguiente que supe fue que un chico de rizos lo había empujado dos metros por el pasillo. Los puños volaron y rápidamente otros tres chicos llegaron corriendo en auxilio del primero. El chico de rizos era James y los demás eran Remus, Sirius y Peter: Los Merodeadores. Mis ahora mejores amigos.

Severus parecía seguir obsesionado conmigo, no me sentía cómoda en su presencia, pero supuse que era lindo que yo le gustara tanto.

Me subí al tren y busqué a los chicos por todas partes, no estaban. Me senté en un vagón vacío casi al final del tren para esperarlos. Unos minutos después de instalarme, un chico medianamente alto de pelo negro y lacio asomó la cabeza por la entrada del vagón.

-Hola.

-¿Qué tal? -Levanté la vista para darme cuenta que era Severus.

-¿Cómo te fue en tus vacaciones? -Seguía parado en la entrada.

-Bien.

-Me alegro. ¿Tomaras alguna clase extra este año?

-No lo se, veré si mis amigos tomaran alguna y entonces lo pensaré.

-¿No te referirás a esas cuatro excusas de amigos que tienes? -Resopló y dio un paso hacia mi.

-¿Cuál es tu problema? -Arrugué las cejas.

-Ellos son mi problema, saber que soy muchísimo mejor que esos idiotas y aún así los prefieres a ellos sobre mi. -Me gritó.

Me levanté enseguida de mi asiento y lo encaré. -Por lo menos ellos distinguen cuando "No" es no. Ni siquiera fuimos pareja Severus. -Le respondí con enojo. -No sé qué necesitas para entender que fuimos amigos hace tres años y ahí terminó.

-¡No es verdad! Tú me amas tanto como yo a ti, lo sé. No puedes ocultarlo, me quieres. -Trató de tomar mi cara pero lo bloquee con mi antebrazo.

-Entiendo que no puedes controlar a quién quieres, pero tampoco puedes controlar los sentimientos de los demás. Era halagador pensar que te gustaba, pero esta obsesión no es sana. Debes superarlo Severus, encuentra a alguien más. -Apreté su muñeca, la cual todavía sostenía. -Ahora, por favor, retírate.

"Relatos de una maga sin magia"(One-Shots) Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora