Imagina que...
Defensa contra las Artes Oscuras, mi clase favorita. Ahí podíamos tener duelos ocasionales sin meternos en problemas.Entré al salón y al llegar a mi lugar me di cuenta que mi banco no estaba, no tenía dónde sentarme y no tomaría el banco de mi compañero. Observe alrededor del salón, pero no veía ninguna silla extra.
-¿Saben si alguien tomó mi banco? -Pregunté a los chicos que se sentaban detrás de mi.
-No, ¿estás segura de que no lo rompiste? Porque con tu peso no sería difícil de creer... -respondió excesivamente fuerte y con una sonrisa de imbécil uno de ellos.
Mucho de mis compañeros habían volteado a vernos, incluido mi compañero de mesa, quien alcanzó a escuchar la mayor parte de la conversación, no se molestó en intervenir, pero tampoco se sentó.
-Estoy segura. Solo les preguntaba porque tienes pinta de que te la comiste. -Me giré de vuelta a mi asiento con la cabeza en alto y antes de que mi compañero se sentara, dupliqué su silla con un simple hechizo.
Me senté y traté lo mejor que pude por ocultar las pocas lágrimas que derrame. Las limpié rápidamente y me incorporé en mi asiento mientras me aclaraba la garganta. Sentía la atenta mirada de el chico junto a mí, pero no podía dejar que nadie me viera así.
Poco después lo escuché murmurar algo e intentar ser discreto mientras apuntaba su varita al imbécil detrás de nosotros, apenas hizo esto, al chico le salieron nariz, patas, orejas y cola de cerdo. Comenzó a hacer ruidos extraños y a lloriquear con pánico en sus ojos.
-Gracias, Tom. -Susurré un poco más animada No tenías que... -Me interrumpió.
-No fui yo. -Mintió.
No intercambiamos palabras durante la clase, ni siquiera cuando la maestra nos reprendió a todos por lo que le ocurrió al imbécil. Nadie tenía idea de quién había sido, así que no hubo castigados.
Era la hora del almuerzo después de la clase. Toda la escuela estaba en el comedor cuando llegué, entré y lo único que tomé fue una manzana y un vaso de agua. Me senté con la espalda contra la mesa y la vista en el resto del comedor, observé al mismo chico castaño que disfrutaba molestarme, pavoneándose frente a mí, como esperando que le gritara. Finalmente se detuvo frente a mi y comenzó a hablar.
-¿Qué haces aquí? ¿No crees que ya comiste lo suficiente para el resto de tu vida?
-¿Tú no crees que ya jodiste lo suficiente? -Respondí poniéndome de pie, frente a él.
-Mira, tienes suerte de que no vaya y le diga a Dumbledore que fuiste tú la que me hechizó. -Se acercó aún más y me sostuvo fuertemente por el hombro.
-¿Qué hechizo? Yo te vi igual de espantoso toda la clase. -Respondí tratando de sacarme de su agarre, pero entre más lo empujaba más me apretaba. No podía hechizarlo ahí o me reprenderían a mí. -Suéltame, Connor. -Exigí apuntando mi varita contra su cuello.
-¿O qué? -Apretó su agarre aún más, casi causándome una mueca que logré ocultar.
-Te dijo que la soltaras. -Llegó Tom y apuntó a la nuca de Connor con su varita. -Yo no voy a dudar en maldecirte.
El chico me apretó una última vez y finalmente me soltó. Mientras se daba la vuelta aproveché para patear detrás de su rodilla, causándole que cayera, se dió de lleno en la nariz y en tanto vi una mancha de sangre en el piso y su cara, tomé a Tom de la mano y nos conduje a ambos fuera del comedor.
-Lo tenía bajo control. -Le reproché soltando su mano, ya estando fuera.
-Sí, era obvio. -Habló sarcásticamente, hizo una pausa y continuó sin más sarcasmo. -De todas formas no es molestia asustar un poco a ese idiota.
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"Relatos de una maga sin magia"(One-Shots) Harry Potter
Fanfiction¡Relatos cortos pero bonitos de tus magos y brujas favoritos! (La rima es intencional). One-shots de Harry Potter y más personajes de la saga. Relatos del tipo "Personaje x Lector(a)". Mayormente fluff, pero hay +18 occasional y con advertencias. ¡...