Desde muy temprano Crowley caminaba hacia la librería no sin antes pasar a la cafetería cercana para comprar unos postres que tanto amaba aquel al que ahora llamaba ángel, que tras la platica de anoche le confeso que sentía debilidad por ellos.
A pocos metros de llegar a la librería diviso a lo lejos una figura conocida, era el mismo hombre del día de ayer, estaba asomándose por la ventana y por el celular en su mano también tomaba fotografías, rápidamente Crow apresuro su paso.
-HEY IDIOTA QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO!?- grito Crowley para llamar su atención, lográndolo en un instante, solo basto su presencia para atemorizar al sujeto que rápidamente emprendió una veloz huida, pensó en correr tras de el pero la idea desapareció en cuento se abrió la puerta principal de la librería de golpe .
-Señor Crowley, desde muy tempano por aquí es agradable verle.- los ojos de Aziraphell se iluminaron en cuanto vio al joven parado en el umbral de la librería.
-Azira… yo.. vine a …- de nuevo por los nervios empezaba a trabarse al hablar, olvidando por completo que un sujeto había tomado fotos al interior de la librería.
-Voy de salida, iré a desayunar, ¿le gustaría acompañarme?-
-Me encantaría pero que hago con esto?- dijo al momento de mostrar y le extendía una caja con varios postres, dándose cuenta que Azira reconocía ese local.
-Para mi?- dijo Azira
Al momento de tomar la caja ambas manos se tocaron, dando paso a una ligera descarga en ambos provocando que Aziraphell se sonrojara levemente al sentir la piel fría de Crowley, mientras este sentía como se le salía el corazón por la forma frenética en la que latía, ambos disimularon bien como les había afectado la acción.
-Es mi forma de agradecerte por los libros, se que aun falta encontrar algunos pero me esta ayudando mucho.
-Bueno entonces por que no pasamos a la librería y preparo café o té, lo que desees.
Ingresaron a la librería, bebieron te y café, hablaron, hablaron y hablaron, nada de lo que dijera o contara uno al otro los aburría al contrario se prestaban hasta la mas mínima atención a cada palabra, así pasaron los minutos que se volvieron horas nuevamente, cada minuto juntos era valioso. Pero de nueva cuenta su platica fue interrumpida por una llamada, el celular de crow sonaba alto pensó en dejar que la llamada entrara a buzón pero ver la cara de preocupación de Azira lo hizo tomar la llamada.
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-Crowley … donde demonios estas?- hablo una beelz ligeramente preocupada.
-En la librería de Aziraphell, ocurre algo?- dijo sin notar que Azira se había levantado de su asiento para ir a la parte de atrás de la tienda.
-Que haces ahí?, si el novio de ese chico se entera ni Hastur, ni Ligur ni y yo te vamos a ayudar.
-No estamos haciendo nada malo solo hablamos, eso es un crimen?.
