Capitulo 19: Crowley

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El sonido de la campana retumbaba por toda la librería, hacia tiempo ya que no se habría al publico la tienda, por lo que las cortinas siempre estaban cerradas y el anuncio de CERRADO INDEFINIDAMENTE bien colocado. Desde la trastienda corrío Muriel para abrir la puerta.

-Gabriel, Cuñada! -gritaba muy emocionada Muriel al ver a la pareja en la puerta, hacia un mes que habían salido de viaje y su regreso tomo de sorpresa a la joven.

-Hola Muri, como estas?

-Bien, Pasen les preparare té, deben estar cansados por su viaje.

Los tres pasaron hasta la cocina, conversaron del viaje, fue corto pero tuvieron una buena razón para regresar antes de lo planeado, tras unos minutos de conversación pasaron a lo que de verdad habían ido.

-Como esta Azira? -pregunto Gabriel.

-Igual, a veces sale y se sienta en el sofá de la trastienda, a veces mira por la ventana de su habitación todo el día esperando verlo afuera.

-Ha sido difícil supongo... -dijo Beelz

-Bueno, no puedo quejarme, se que el me cuidaría de igual forma si yo estuviera en su situación. -Muriel demostraba madurez, Beelzebu y Gabriel compartieron una mirada de duda antes de decir una palabra mas.

-Creo que... es el momento de decirlo... -dijo Beelzebu con tono apagado.

-Que, que ocurre? -Pregunto Muriel con nerviosismo.

-Encontramos a Crowley... -dijo Beelzebu sin tacto ni alegría.

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En la habitación fría y oscura, se encontraba Azira recostado en su cama cubierto por una manta, poco a poco se iba despertando gracias a los rayos del sol que se colaban por la abertura entre las cortinas, su mirada aun reflejaba perdida y cualquiera que lo viera entristecería de inmediato.

Sin fuerzas y sin ganas se levanto para sentarse a la orilla de la cama. Como una sombra, se hacia presente la silueta de Crowley a su lado, quería llorar y rogaba por su perdón, se repetía que no debió dejarlo ir, pero Aziraphell habia agotado todas sus lagrimas, ya no tenia nada, se levanto para cerrar las corinas y así volver a recostarse sobre su cama, pero antes de siquiera poder hacerlo vio las figuras de su hermano y beelz llegar a la tienda.

Ya habia pasado un mes que no los saludaba, seria descortés no bajar a verlos, después de todo, iban a visitarlo y ver si estaba bien, se levanto a vestirse con lo primero que encontró, su barba desaliñada al igual que su cabello estaban muy largos, hacia días que no se rasuraba pero no le dio mucha importancia.

Caminaba y bajaba poco a poco, ya que las luces de todo el lugar habían logrado cegarlo momentáneamente, sin hacer mucho ruido fue hasta la cocina, al llegar solo alcanzo a escuchar la firme voz de Beelzebu.

-Encontramos a Crowley...

De forma inmediata lloro, pero las pocas lagrimas que soltó ya no eran de tristeza, sus labios que estaban agrietados dibujaban una débil sonrisa que en días no se habia dejado ver, llamando la atención de los tres que se percataron de su presencia.

-Lo... encontraron... de verdad? -dijo sutilmente Aziraphell.

Tambaleándose al caminar se acercaba a la mesa, asustado de que callera al suelo Gabriel lo ayudo a sentarse a su lado pero el rubio seguía mirando a Beelz esperando una respuesta positiva.

-si Azira, lo encontramos. -dijo Beelzebu al ver en lo que se habia convertido aquel rubio de sonrisa radiante que alguna ves conoció.

-Llévenme con el, se los suplico hare lo que sea por verlo.

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