Una vez mas la oscura noche, las dulces estrellas, la luna hermosa y las suaves sabanas, serian testigos de como la pareja se entregaba mutuamente, sus agitadas y cortadas respiraciones se mesclaban en cada suave beso que era mas y mas largo al pasar del tiempo, la piel pálida y aperlada de Aziraphell empezaba a sonrojarse como una fresita y a erizarse con el mas ligero toque de las tentativas manos de Crowley. Era algo que sencillamente necesitaban, nada les importaba ahora, podría haber llegado el fin del mundo y ellos se habrían ido tranquilos mientras se tuvieran e uno al otro, ya que solo les importaba estar con la persona que mas amaban.
Ahora, Crowley una vez mas atacaba como un felino salvaje el cuello del indefenso Aziraphell. Pues uno de sus placeres mas obvios era dejar la marca de sus labios en esa parte del cuerpo, eran sus trofeos, descendía besando el cuerpo de su preciado ángel, empezando por su delicada clavícula, pasando por el pecho, sintiendo el latir tan frenético de su corazón, como si este fuera a salirse, paso por sus costillas hasta llegar a su pelvis, una ves que llego ahí, tomo posición entre las piernas de Aziraphell con firmeza, lo miro por un momento a los ojos antes de tomar con su mano la palpitante erección del rubio (cada ves mas húmeda y latente), quien al sentir el contacto de su amado empezó a temblar.
-Todo esta bien… mi ángel? -Pregunto Crowley con la erección de Aziraphell en su mano, dando inicio a un movimiento suave pero firme de arriba hacia abajo y dándole pequeñas lamidas a la punta de su pene que comenzó a gotear, Aziraphell solo se limito a asentir con la cabeza pues aunque trataba de hablar, sencillamente las palabras no salian, sentía que si abría la boca soltaría una infinidad de gemidos, los ojos dorados del pelirrojo brillaron de lujuria al percatarse como Aziraphell tapaba su boca con su mano en un intento de auto silenciarse. Una sonrisa de demonio adorno su rostro pues ya tenia a si victima segura y una idea llego a su mente, sin apartar la mirada de los perdidos ojos celestes del rubio, Crowley lamio su dedo índice y su dedo medio para pasar a dilatar la estrecha entrada de su adorado ángel.
Las manos de Aziraphell se aferraban, una a las sabanas como una maquina prensando la cama y otra a la melena rojiza de su pareja (claro, sin dañarlo). Entonces comenzó, sentía como entraban en el los dedos de su amado para dilatarlo con lentitud, a su vez su miembro era envuelto por la casi bífida lengua de Crowley, deseaba poder gritar el nombre de Crowley! si bien la situación lo ameritaba, la presencia de la joven a unos metros de distancia lo hacían contenerse con dificultad de emitir cualquier sonido.
Llegado el momento en el que Crowley considero que ya estaba listo para que Aziraphell lo recibiera, se levanto para quedar frente a su ángel, gotas de sudor de ambos eran presentes, las respiraciones se agitaban y con los ojos cerrados estaba Aziraphell llegando a su limite una ves que Crowley empezó, tal imagen aumento el deseo de Crowley, preguntándose como habia logrado vivir tanto tiempo lejos de el sin volverse loco o querer ir corriendo tras de el, tomo las piernas pálidas de su ángel y de un solo movimiento lo atrajo hacia el para que nadie mas lo alejara de nuevo, lento y suave alineaba su miembro en la intimidad de Azira para introducirlo de la misma forma, logrando que el rubio soltara un gemido automático de placer una ves que al fin lo sintió en su interior.
Las penetraciones de Crowley eran potentes y seguras, sus manos estaban aferrados a los muslos de Aziraphell quien ya empezaba a tener la piel muy rojiza por el acto del pelirrojo, el placer que sentía Aziraphell lo habia llevado a tomar de nuevo la almohada para tener una forma de silenciar sus gemidos. Rendidos a la lujuria y la pasión, sus cuerpos hablaron mas que sus labios y no era para menos, sus toques del uno al otro eran la perfecta declaración de que se habían extrañado todo ese tiempo, la piel de Aziraphell era como la arcilla en las manos de Crowley, moldeada a antojo del artista, sus dedos quedaban marcados en el cuerpo color mármol de Aziraphell.
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AYUDAME
Romancepersonajes tomados de la historia escrita por TERRY PRATCHETT Y NEIL GAIMAN GOOD OMENS Historia escrita de fans para fans