Capitulo 15: Regreso

135 22 5
                                    


Era una mañana tranquila, soleada, aves cantando alrededor de la ventana de Crowley, todo le parecía maravilloso al pelirrojo, pero en otras circunstancias odiaría oír cantar tan temprano a las aves que ahora las consideraba bellas, habían pasado varios días desde que Crowley y Aziraphell se habían entregado mutuamente, su relación iba aun mejor, llamadas por la tarde, citas a pequeños restaurantes, pasaban las noches en la librería, dormían juntos, no necesariamente teniendo intimidad, Crowley respetaba mucho la decisión de Azira y no lo presionaba para tener relaciones pues sabia que en ese tema Aziraphell aun era muy pudoroso.

Como ya era costumbre se alistaba para salir e ir a la librería no sin antes ir a comprar una paquete de sushi de los que tanto amaba comer su ángel, tan feliz se sentía el pelirrojo que opto por dejar su preciado bentley en su departamento y decidió ir caminando por la calle.

Mientras caminaba su mente divagaba pero el tema siempre era el mismo...

"como puedo hacer mas feliz a Aziraphell"

Al detenerse en frente de algunos locales de comida, una jovencita de cabello oscuro y cuerpo definido quedo flechada al verlo, en un intento de llamar su atención le ofreció una muestra de helado de su local, Crowley por cortesía acepto al probarlo y no dudo en soltar un voz alta que el sabor era casi tan bueno como los labios de su amado ángel, cosa que avergonzó a la señorita quien apenada por el comentario solo se limito a vender su producto sin coquetearle mas.

Después de ese penoso momento, fue a comprar el sushi que tanto amaba Aziraphell, el personal de la tienda lo reconoció ya que acompañaba a Aziraphell siempre que podía, convirtiéndose en un cliente frecuente del lugar. Sabiendo para quien era la comida, el dueño le obsequito unas cuantas piezas mas de sushi que desde un inicio Crowley quiso pagar pero el se lo negó argumentando que Aziraphell es tan buena persona que todo el personal le tiene aprecio y que no conocía a nadie que tuviera un mal pensamiento en su contra.

Desde que Aziraphell había llegado a la comunidad, fue bien recibido por todos los comerciantes, ayudaba en las cosas que podía, no había quejas de su parte ni en contra de el, era una persona muy tranquila que no buscaba pelear ni tener conflictos, no había duda de que era como un ángel enviado del cielo.

Pero ese pensamiento hizo que Crowley se cuestionara, ¿por que alguien tan bueno como Aziraphell se fijaría en el? y eso empezó a deprimir al pelirrojo, sus ánimos junto con su mirada cayeron, gracias a que siempre llevaba puesto los lentes esto ultimo nadie en la calle lo noto.

Como si su estado de animo manejara el clima, el cielo que era tan azul, despejado y hermoso se oscureció llenándose de grises nubes, vientos que soplaban mas fuerte e incluso algo de lluvia. Su corazón sentía una fuerte presión al pensar que talvez, solo tal ves, el no seria lo que mereciera Aziraphell, que podía ofrecerle un tipo que apenas consiguió trabajo gracias a su hermana, su vivienda era rentada y su estilo de vida antes de conocer a su ángel era el de alcoholizarse cada tercer día junto con sus amigos y beelz.

Su mente fue liberada de aquellos pensamientos tan mortificantes con una llamada de su celular.

.

.

.

Sentado en su escritorio Aziraphell realizaba su trabajo, bebía un delicioso té manzanilla con un toque de lima, mientras bebía un sorbo de su taza, su mente divago en aquella excitante noche que paso con su amado pelirrojo. Aun podía sentir sus manos recorrer su cuerpo, el aliento de sus bocas chocando en cada beso, y esa cesación de deseo que Aziraphell nunca había sentido por nadie. Ahora le pertenecía a Crowley junto con su cuerpo, su corazón y su alma.

El sonido del celular y el timbre de la puerta confundió a Azira, que debía atender primero?, al ver que el numero era de su hermano contesto la llamada mientras se dirigía a lentamente a abrir la puerta.

AYUDAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora