Capitulo 12: Alcohol

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Dejando a los otros dos en la planta baja, la atención de Crowley se fijaba por completo en Aziraphell, no temía por la seguridad de su hermana ya que en otras ocasiones ella misma había dejado noqueado a diferentes tipos que intentaron aprovecharse de ella estando ebria y si a ella no le parecía algo que hiciera Gabriel,  ella misma lo detendría de una forma u otra.

-Cual es tu cuarto ángel, este lugar es mas grande de lo que se ve- pregunto Crowley.

-Sabes? amo que me llames asi… mucho…- apenas consciente por el alcohol Aziraphell no sabia lo que decía pero cada palabra que salía de su boca enamoraba mas al pelirrojo o lo sorprendía.

-Te llamare ángel las veces que quieras mi amor pero por ahora necesito saber cual es tu habitación, comienzo a cansarme un poco.- el pelirrojo sentía como su amado se deslizaba de sus brazos al suelo y lo que menos quería era arrastrar a su ángel por el suelo.

-La puerta del fondo cielo…  

En cuanto entraron a la habitación Aziraphell se dejo caer en la cama, Crowley lo miraba desde el umbral de la habitación y acercándose poco a poco para quitarle los zapatos, se sentó a la orilla de la cama para quitarse los suyos también.

-Vamos… creo que es hora de dormir Azira.- Pronunciaba Crowley mientras se daba vuelta para comenzar a desvestir al rubio y acomodarlo dentro de las cobijas, sentándose a su lado para finalmente taparlo. –Cuando despiertes te sentirás mucho mejor.

-Quédate conmigo, no me dejes solo, no quiero volver a sentirme…. desprotegido-Aziraphell se aferraba a la manga de Crowley, no quería soltarlo, poco a poco subía de su brazo a su pecho, de un momento a otro el pelirrojo empezó a notar gotas en su ropa.

-Azira… estas…- Al separarlo de si mismo Crowley se percato que suaves lagrimas emanaban de los ojos de Aziraphell.

-No quiero volver a estar solo Crowley, quédate, no quiero volver a la casa de mi abuelo… ya no.

Las lagrimas eras mas y mas evidentes, Aziraphell se aferraba mas a Crowley,  el solo podía verlo con impotencia, impotencia por no haberlo conocido antes para protegerlo, impotencia de saber por todo lo que había pasado y de no poder hacer pagar a cualquier persona que lo haya herido, le dolía verlo tan frágil, tan vulnerable, pero una parte le alegraba saber que Aziraphell confiaba en el como para contárselo ya que otros habrían aprovechado la situación para humillarlo, burlarse e incluso abusar de el.

Acomodo la cara de su ángel entre sus manos para acercarlo poco a  poco hacia el, dio fin a su llanto con un beso en su frente, después de unos segundos las lagrimas dejaron de salir de esos bellos ojos que brillaban como un par de zafiros al sol.

-No pienses mas en eso querido, vamos a dormir, mañana será un día mejor.- susurro Crowley con una voz tan tranquila y pacífica, impropia de alguien como el.

Pero Aziraphell tenia otros pensamientos que inundaban su mente, el beso había quitado el dolor que aprisionaba su corazón pero también le dieron una nueva sensación en el.  

-Crowley… quiero… quiero hacer el amor contigo…- el rubio hablaba jadeando, con la respiración entre cortada y con el alcohol aun gobernando su cuerpo, pero la decisión era firme, quería sentir sus fuertes manos recorriéndolo, su piel perfecta, acariciar su encendido cabello, el calor que emanaba su espíritu y como Crowley se adueñaba de su cuerpo.

-Ángel, no creo que sea el momento...

El pelirrojo fue silenciado bruscamente por los labios de Aziraphell que se abrían mas y mas dándole total control de su boca, lentamente se recostaron en la cama, Crowley de forma instintiva se posiciono entre las piernas del rubio mientras lo sujetaba de la cadera, Azira rodeaba el cuello del pelirrojo con sus brazos, abrió mas sus piernas dándole total acceso al pelirrojo, con cada movimiento de su boca y lengua, el pelirrojo hacia presión en la entrepierna de su ángel empezando un movimiento de adelante hacia atrás rosando ambas entrepiernas, no tardo mucho para que Aziraphell notara la enorme erección que se había formado en Crowley.

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