Un Verano Para Siempre | Ineffable Husbands

18

—No.—

—¿Qué?—

—Michael estás enfadado, no quiero entrar y dejarte con él, no quiero que hagas nada tonto.—

—David, entra a la cabaña, por favor.—

—Deberías obedecer, mocoso, tú no deberías estar aquí.—

Michael lo sujetó de la camiseta, me sentí asustado y comprometido con toda la situación.

—¡Repite lo que dijiste!—

—¿Ahora vas a tratarme de esta manera? ¿Michael?—

—No le vuelvas a hablar así.—

Eddie se veía decepcionado, no entendía nada porque no conocía toda su historia, ver la forma en que se había obsesionado con Michael, me parecía enfermiza.

—¿Vas a golpearme?— Lo estaba retando, le sujeté del brazo para que lo soltase, no quería que hubiera problemas, no estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones violentas.

—Podría hacerlo, pero te voy a dar una última oportunidad para que te largues de aquí o te llevaré con la policía, tienes un problema, ¡Esto!... Esto no es normal.—

—Esto es normal, tú y yo es lo normal, él no debería estar aquí de entrometido.— Me señalo y me escondí detrás de Michael.

Apenas dijo eso, lo volvió a sujetar de las prendas.

—¡Que no hables de él! No digas nada de él, ni siquiera le mires.—

—Entonces, es tu novio nuevo, ¿No es así? Vamos a ver cuanto tiempo dura esa historia.—

Él no tenía idea de que yo estaría en el bosque solo el verano y una parte de mí sentía que era mejor decirle y que así pudiera calmarse, pero eso solo haría qué al terminar el verano él buscaría a Michael desesperadamente y la idea me aterraba mucho. Pero tampoco quería imaginar como sería cuando todo llegara a su fin, después de todo, ambos continuaremos con nuestras vidas como si nada hubiera pasado y eso significaba que si él quería, podría regresar con Eddie.

Realmente, no quería pensar en eso.

Era mi novio, de un verano, pero, lo era.

Michael lo sujetó del brazo y camino con él hasta el camino principal para que se fuera, me quedé de pie frente a la cabaña con los brazos cruzados tratando de ver en la oscuridad y al mismo tiempo tratando de no temblar ante el frío y el miedo.

Toda la situación me hacía pensar mucho en que cuando tuviera que irme, a lo mejor Michael regresaría con él, y que a lo mejor me olvidaría rápidamente.

Todo eso hizo que de pronto ya nada se sintiera especial.

Lo que pensaba que era una historia que recordaría con felicidad, pasaría a ser solo un pequeño romance de un par de meses que terminaría en olvido y yo solo hubiera sido el entrometido que impidió que él pudiera volver a su relación, me estaba sintiendo mal pensando en todo eso.

Michael regresaba solo, estaba furioso.

—¿Por qué no me obedeciste? ¡Te dije que entrarás a la cabaña!—