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No se había alejado lo suficiente cuando me acerque a él y lo empujé con todas mis fuerzas, cayó al suelo sobre las hojas secas furioso, resoplaba del enojo, pero yo también.


¡No te atrevas a hablar de él!

Qué rápido nos reemplazaste, Michael.

Estás enfermo.

No, yo realmente creí que volverías a mí.

Yo nunca volvería contigo.


Me golpeó fuertemente.


Y yo no pude contener el siguiente golpe que fue directo a parar en su mejilla, y no podía asimilar todo cuando me volvió a golpear. No me alcanzaba la fuerza para contenerme, estaba lleno de furia.

Lo golpeé, giró el rostro y el golpe le cayó en la nariz, me alejé un poco de él, me ardía el rostro. Segundos después comenzó a sangrarle la nariz, toqué mi rostro y mi ceja sangraba también.

Me giré a ver a David que estaba acercándose a mí.


¡No te acerques! ¡Quédate allá!— me obedeció dudando.


Rápidamente, me puse de pie alejándome de Eddie, lo miré con desprecio mientras se ponía de pie con la mano sobre su nariz que no paraba de sangrar. Se lo merecía, pero no era justo que tuviera que armar una escena tan violenta por cosas que solo estaban en su mente, no era justo para mí que tuviera que pasar todo eso.


No vales la pena.— le dije.

Ahora seré yo quien te acusará con la policía.

El único que saldrá perdiendo eres tú, no debías acercarte a mí, tenías una advertencia.


Se alejaba con su mano sobre su nariz, David lo observaba aterrado.

Cuando me acerqué a mi chico observaba mi ceja con una expresión de dolor, al parecer se veía mal.


Odiaba la situcación.

Odiaba a Eddie.

Odiaba que interrumpiera un verano tan único.


Luego de lavar y desinfectar la herida, me senté en una de las sillas del comedor asimilando toda la situación, no podía estar más frustrado, era una molestia tener que lidiar con Eddie cuando todo estaba bien, era un problema que apareciera de la nada solo con intención de arruinar mi calma.


Al mismo tiempo me aterraba.


Busqué una bolsa de hielo dispuesto a colocarlo en mi rostro, pero David me lo quitó de las manos y lo sostuvo por mí, quería ayudarme o cuidarme como yo lo hacía con él, a pesar de que siempre tenía frío y todo el tiempo le temblaban las manos lo sostuvo en mi rostro.


Lamento que tuvieras que presenciar eso.— dije, me quedé mirándolo, verlo me daba paz y me ayudaba a calmar la furia que sentía, él me generaba mucha tranquilidad. Su hermosura, me transmitía todo lo que quería para mi vida.

Un Verano Para Siempre | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora