España regresaba a casa con una gran sonrisa en su rostro. En su mano derecha sostenía una bolsa de plástico con cosas que había comprado para Romano. Calzoncillos con un adorable patrón de tomates, pequeñas banderas de Italia que poner sobre la comida, entre otras cosas que considero que le gustarían.
Mientras tanto en su mano izquierda cargaba una bolsa de papel llena de churros recién hechos que anhelaba en gran manera pronto podría estar dentro de la enorme y tierna barriga de Romano.
Al llegar a su casa se sorprendió al ver frente a la puerta un gran paquete con una nota pegada en la parte superior.
Hello~
Como el magnífico héroe que soy, envio golosinas y cientos de cosas deliciosas de mi casa para Romano. Cuida bien de él España, o sino un héroe irá a su rescate.
América ☆
Dejando las bolsas en el interior regresó afuera por el paquete, pero al inclinarse la presión generada en su pantalón hizo que se rasgara de la parte trasera mientras que el botón salía disparado en la parte delantera.
-Je je, supongo que hasta aquí llegaron estos pantalones... -rió avergonzado.
Cansado por el esfuerzo que requirió cargar el pesado paquete y llevarlo al interior de la casa, se dirigió a la cocina donde sacó de la nevera una botella de su jugo de oliva.
Tras beberla de un solo sorbo considero que no había sido suficiente para saciar su sed, así que instantáneamente tomó otra botella, luego otra y otra hasta que su mano ya no pudo encontrar ninguna.
-*Burp*... ¿Uh? -dijo confundido.
Miró el interior de la nevera y estaba vacía, a diferencia del suelo que estaba lleno de botellas vacías.
Siempre había presumido de las cualidades positivas de su jugo, pero quizás en exceso no era tan benéfico. Podía sentir como los botones de su camisa se hundían contra su piel, en especial en su pecho y a mitad de su barriga, donde el más minimo movimiento les harían salir volando.
-Creo que debí sacarme la ropa antes... *BURPP*... Me siento como un globo lleno de agua... *burp*... Je je, o quizás debería decir de jugo de oliva *BUURRPP*
Con ese último eructo los botones salieron disparados y aunque se sintió aliviado un poco, se avergonzó tanto que tiró de los extremos de su camisa para cubrir su barriga.
*Riiiiip*
Pudo escuchar el sonido de la camisa rasgándose en su espalda.
-Supongo *burp* que este traje ha llegado a su fin... -suspiró- Parece que mi jefe tenía razón *burpp*... Bueno, no vale la pena preocuparse por ello ahora. Debo darle a Romano los churros antes de que se enfríen por completo.
Con cada paso sentía como su barriga se sacudía de un lado a otro, además sentía comenzar a temblar sus piernas y chocaba con algunos muebles de la casa.
-Parece que realmente estoy engordando rápido... Debo controlarme un poco o en un par de días me habré convertido en una enorme oliva que solo podrá rodar por allí y no podré cuidar de mi adorado Romano...

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DOLCE
FanfictionContinuación de HERO WG Tras la crisis de América, Italia y Romano aparecen en la reunión con un evidente aumento de peso, pues ahora son ellos quienes atraviesan por los efectos de la crisis. Mientras que Alemania cuidará a Italia, España cuidará a...