Capítulo 6: El cambio de Alán.

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Ayleen.

Me removí incomoda porque sentía un enorme deseo de hacer el número unos pero algo me impedía salir de la cama.

Abrí mis ojos, baje mi vista hasta mi cintura y la sorpresa que me lleve fue inmensa al ver el brazo de Alán rodeando mi cintura.

¿Se habrá drogado?

Me pregunté a mi misma porque esa demostración no son propias de Alán.

—Alán.

Lo removí lentamente, pero eso no funciono porque seguía durmiendo como un oso.

—¡MONTERO DEL DIABLO, SUÉLTAME ANTES DE QUE ME ORINE EN LA MALDITA CAMA…!

Grite a todo pulmón y como era de esperar Alán abrió sus ojos.

—Yo no fui… no hice nada.

Rode mis ojos, y sin dudar me levanté de la cama.

¿Que rayos le pasaba a este idiota?

Entre al baño e inmediatamente me dirigí hacia el retrete. Me baje mi pijama en conjunto con las bragas y me sente en la tasa del retrete.

Momento antes de que la orina empezara a salir, Alán entro en el baño.

—Hoy por petición de tu padre tenemos que ir a la empresa.

—No me da la gana seguir las órdenes de mi padre, así que si tenias pensado obligarme lamento decir que tu plan se arruinó.

Alán hizo una mueca. Y poco después empezó a quitarse la parte superior de la pijama.

—¿Qué crees que haces?

—Es que, no ves que me estoy desnudando para bañarme.

—Me puedes decir que tipo de droga te metiste, porque el Alán que yo conozco ni en los sueños más alocados estaría actuando como lo estas haciendo.

—No necesito drogarme.

Alán se retiró la playera y yo abri mi boca en una o.

Al ver el perfecto cuerpo de mi esposo.

—¿Quieres seducirme? Porque si es lo que buscas lo estas logrando.

—¿Y si así fuera que? ¿Tienes algún problema con ello?

¿Donde ratos estaba mi esposo? porque este nuevo Alán lo desconocía por completo.

—Deja de tomarme el pelo Alán y dime que ratos te metiste.

Montero sonrió, para luego caminar hacia mi.

—No te estoy tomando el pelo esposa.

Después de estas palabras tomó mi rostro entre sus manos.

Contuve el aliento por un segundo al ver el rostro de él muy cerca del mío.

—¿Ayleen Salvatierra está
nerviosa? Ver para creer.

Omití las palabras, porque hablar se me había olvidado la tenerlo tan cerca de mi sin estar borracho.

Alán sonrió al ver que me había quedado sin palabras.

Y la sonrisa se hizo más grande cuando me escucho orinar.

Que vergüenza he pasado.

La pipi no puedo salir en otro momento… tenia alrededor de un minuto sentada en la tasa, esperando que salieran pero no… la condenada tuvo que salir cuando Alán acercó su rostro al mio.

Que perra es la vida.

Pero na'… a seguir adelante.

—Me meteré a bañar. -Alán verbalizo estas palabras y yo tomé fuerzas de dónde no las tenía para asentir.

¡Me urge un heredero! [#3 de la saga Heredero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora