UN DESCENDIENTE PARA LA BESTIA.
La bestia observó a Itzel dormir y con una sonrisa en los labios susurró varias palabras en su oído.
—Haré de tu vida un infierno.
—Y yo disfrutaré de ese infierno tal y como lo estoy haciendo.
La bestia trató de alejarse de la muchacha en cuanto escucho su voz, pero Itzel fue más rápida que él al abrazar el cuello de la bestia.
—Suéltame mujer del diablo.
—No te soltaré hasta que me hagas tuya.
El hombre abrió sus ojos como platos.
—¿No te doy asco?
La chica sonrió.
—¿Asco? ¿Quién dijo que me repugnas? Más bien tengo unas ganas de sentir tu piel contra la mía y deseo que me hagas todo lo que sabes en la cama.
—Estas loca. -él luchó con ella por que ella soltará su cuello pero lo único que logró fue que la bata de dormir de la chica se rompiera dejando visible los pechos de Itzel ante los ojos de la bestia. —¿Por qué no llevas sujetador?
Itzel con una gran sonrisa en sus labios respondió.
—Desde que te vi por accidente desnudo tengo una loca idea de que algún día aparecerán a medía noche en nuestra habitación para hacerme tuya. Así que desde ese entonces duermo con solo una fina y traslúcida bata.
La bestia observó los delicados pechos de la mujer y su boca se hizo agua.
—Puedes tocarlos. -dijo Itzel con voz cantarina.
Logrando con esto despertar el libido de la bestia.
—Eres la primera mujer que no se asusta al ver mi rostro deforme.
—Aun con tu cicatriz eres el hombre más sexy que he visto en mi vida. -Los ojos de la bestia se dilataron. —Y no se porque con solo verte me logras excitar.
Itzel apretó el cuello de la bestia para acercar el cuerpo de él al de ella.
La bestia sintió los pezones totalmente duros de la joven contra su pecho contra su pecho y poco a poco el deseo fue nublandole la mente.
Itzel sonrió al ver como la respiración de la bestia se volvía irregular.
Con todo el atrevimiento que la caracterizaba dejo de abrazar el cuello de la bestia para guiar sus manos hacia el trasero de este.
—Moria de ganas por apretar tu culo.
El hombre la miró fijamente.
Y en un momento de distracción itzel hizo un movimiento para que la bestia quedará debajo y ella encima de él.
El hombre aún con la oscuridad de la noche observó a la hermosa mujer que se encontraba sentada encima de él.
Él estiró su mano para agarrar uno de los pechos de su joven esposa. Y cuando lo tuvo entre sus manos sintió la suavidad de este.
Itzel cerró los ojos y se dejó acariciar por la bestia.
—Nunca pensé que terminaríamos de esta manera.
—Yo nunca imaginé que mi esposo estuviera dispuesto a enseñarme todo lo que sabe en la cama.
—Te voy a volver una adicta al sexo esposa.
Itzel soltó un gran gemido en cuanto la bestia acercó sus labios al pecho de ella.
El hombre mordió y chupó con devoción el pecho de Itzel.
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¡Me urge un heredero! [#3 de la saga Heredero]
RomanceLlevo años enamorada de él, observándolo desde lejos. Así que en cuanto se presentó la oportunidad la tomé sin dudarlo. Pero, con lo que no contaba era con las exigencias de mi futuro esposo. -¡Me urge un heredero! Me quedé totalmente anclada al pi...