Capítulo 13: Dos partes de él.

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Ayleen.

Tal y como le había prometido a Maia he regresado en bola de humo.

—Señora, su abogado le envío la petición de divorcio.

—¿Tan rápido?

Martín se encogió de hombros.

—Creo que estaba afanado por el dinero.

Asentí y Martín extendió el sobre manila.

—Después de que me divorcie puedes volver con Alexander.

—Entendido señora.

Abrí el sobre y al ver el encabezado del documento suspire.

DEMANDA DE DIVORCIO.

¿Por qué tuvimos que llegar hasta este punto?

¿Por qué Alán?

—¿Esta bien señora?

—Si. ¿Lograste ubicar Alán?

—Si, él se encuentra en casa de su hermana desde hace una hora.

—Llevame allí, Martín.

El militar asintió e inmediatamente colocó el auto en movimiento.

Mi vista se nublo por las lagrimas, pero aún sabiendo que firmar este documento me destrozaría, tomé un bolígrafo para plasmar mi firma en la petición de divorcio.

»Oh, mi Ayleen. Te dejaste vencer.« Verbalizo angelito mientras lloraba a montones.

»Matare a ese idiota, le arrancare el corazón y bailare sobre su maldita rumba.« Grito diablita con gran algarabía.

Deje de lado las palabras de mini angelito, y mini diablita para sacar a través de las lagrimas lo poco que quedaba en mi.

—¿Señora…? 

Me mantuve en silencio tras el llamado de martin, pero él volvio a insistir.

—Ayleen…

—No te preocupes por mi y sigue conduciendo.

Verbalice entre lágrima y recargué mi cabeza contra el asiento.

—Hoy estoy mal, pero te prometo que mañana sere invencible.

Martín se mantuvo en silencio tras estas palabras y siguió conduciendo.

Y no se detuvo hasta estar frente a la casa de Duncan.

—Llegamos señora.

—Gracias por todo Martín.

—Ha sido un placer cuidarla.

—Nos vemos luego.

—La volveré a ver cuándo ya no quede dolor en usted.

Trate de sonreír pero lo que salió fue una mueca.

—Estoy segura de eso.

Martín asintió.

—Quizas cuando vuelva a colocar mis ojos sobre tí, lo que siento habrá desaparecido por completo.

—¿De que hablas?

—Me gustas Ayleen, me gustas desde que te vi.

Mire fijamente al hombre.

—Yo…

—No digas nada Ayleen. -lo observé soltar un suspiro. —Hagamos como que nunca tuvimos esta conversación.

¡Me urge un heredero! [#3 de la saga Heredero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora