Alán.
Dos semanas después.
Abrí lentamente mis ojos mis ojos, e inmediatamente sonreí al ver la hermosa escena que protagonizó todos los días desde dos semanas hacia atrás.
No había nada más hermoso que ver a la mujer que amas dormir plácidamente mientras descansa sobre tu pecho. Y a esto se le suma, tener a tus pequeños durmiendo al otro costado.
—Pedí fervientemente estar contigo de esta forma, Ayleen. Pedí recuperarte con tantas fuerzas que ahora que estamos así, no puedo dejar de darle gracias a Dios, por estar darme el privilegio de volver a tocar tu piel, sin que estés a la defensiva. -me atreví acariciar la piel de su hombro. —Estar así contigo me da un poco de esperanza para reconquistarte.
Muy tarde entendí que mi motor en la vida es Ayleen Salvatierra, y nuestros hijos. Ella es quién le da el verdadero sentido a mi vida, y sin ella estoy concentrado a vivir en un mundo gris y solitario.
—Te necesito mi amor, necesito tenerte entre mis brazos, necesito volverte a besar, te necesito tanto mi amor...
Tras estas palabras me atreví a dejar un beso en la cabeza de Ayleen, para posteriormente atraerla hacia mi pecho.
Cerré mis ojos, tratando que grabar en mi mente esta hermosa escena.
—Nunca pense escuchar esas palabras salir de tu boca.
Abrí mis ojos abruptamente luego de escuchar la voz de Ayleen.
—Ayleen.
—Lo que no negaré es que te escuchas bastante sexi Montero. Con esa voz ronca logras que cualquiera moje las bragas.
—¿Incluso a tí?
Ayleen se apresuró en negar, y yo no dude en sonreír.
—No se hagas señora Montero, porque se muy bien que a pesar de todas las idioteces que hice, me quieres igual o más de lo que yo te quiero.
—Por lo que ya veo, ya estas del todo bien como para regresar a tu casa Montero.
—Todavía faltan dos semanas más.
—El doctor dijo dos semanas de reposo, no un mes.
—Ayleen...
—Te daré cinco minutos para que recojas tus trapos de mi casa, dos en el baño y tres...
—Para hacerte el amor.
Ayleen entrecerró los ojos.
—Te daré tres minutos para que... volví a interrumpirla.
—Me darás tres minutos contigo en el cielo. O prefiere que utilice esos tres minutos para chuparte la...
—¡Montero...! -exclamo ella totalmente sonrojada, y a mi no me quedo de otra que soltar una gran carcajada.
—Es una broma mi reina, así que quédese tranquila, porque no haré nada de lo mencionado anteriormente... bueno aunque si tú me lo pides yo puedo hacer una excepción por tratarte de mi reina.
La mujer de mi vida, hizo una mueca.
—Soñar no cuesta absolutamente nada Montero, así que sigue soñando.
—Claro que seguiré soñando... pero contigo mi reina.
—Tienes que ir a urgencias urgentemente porque ese no es el Alán Montero que yo conozco.
—La versión estúpida de Alán Montero, la maté. Y no volverás a ver nunca más.
—Ahh, vea que bien. -Ayleen se sentó en la cama. —Y ahora has traído al mundo a la versión coqueta de Alán Montero, ¿verdad?
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¡Me urge un heredero! [#3 de la saga Heredero]
Storie d'amoreLlevo años enamorada de él, observándolo desde lejos. Así que en cuanto se presentó la oportunidad la tomé sin dudarlo. Pero, con lo que no contaba era con las exigencias de mi futuro esposo. -¡Me urge un heredero! Me quedé totalmente anclada al pi...