Capítulo 12: Visitantes

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Escuchó al gato maullando en su porche y cuando abrió la puerta, Honey inmediatamente entró.

"Bueno, esta es una agradable sorpresa", se rió Lisa, cerrando la puerta. "Me alegra ver que estás bien, gatita. Espera, ¿qué haces fuera tan tarde? ¿Estabas cazando?"

Honey se acurrucó contra Lisa cuando esta última se sentó frente al fuego crepitante, su calor ya descongelaba el entumecimiento del corazón de Lisa.

"Debería llevarte con Rosie más tarde. Estará preocupada por ti. ¿Tienes hambre? Acabo de comer."

Honey no se movió y parecía contenta de acurrucarse, Lisa dictaminó que el hambre no era una necesidad urgente en este momento. Acarició a Honey y observó las llamas, sintiendo que el latido errático de su corazón se calmaba cuanto más tiempo permanecía sentada ahí.

"Estoy muy contenta de que hayas venido", dijo Lisa en voz baja, moviéndose para frotar la cabeza de Honey mientras el gato rodaba sobre su espalda y le presentaba la barriga para que Lisa la rascara, con la llave a la vista. "Yo... tuve un mal día. Jimin, ese tipo que casi te ahoga, está detrás de ti otra vez. Me amenazó específicamente, porque quería que trabajara con él y obtuviera tu llave. Pero lo rechacé, por supuesto. Él simplemente no se detendrá."

Se echó hacia atrás, ignorando el maullido indignado de Honey cuando Lisa retiró la mano de su pelaje para pellizcar el puente de su nariz. "Y además de eso, ¿sabías que Jennie y Jisoo aparentemente son novias? Eso me tomó con la guardia baja, no me lo esperaba para nada y..."

Suspiró mientras sostenía su cabeza. "Dioses, quiero estar feliz por ellas, pero no puedo evitar pensar en lo mucho que quiero lo que tienen. No soporto verlas felices así sabiendo que yo... que yo..."

Se puso de pie abruptamente, sorprendiendo a Honey, quien gritó cuando saltó de su regazo y cruzó hacia la chimenea. Lisa se agachó para mirar las llamas, ignorando el calor y el fuego brillante que le hacían escocer los ojos.

"Amé a alguien una vez", dijo Lisa con voz ronca. El nudo en su garganta volvió y no desaparecía, sin importar cuánto tragara. "La amaba tanto... pero no podía ser mía. No realmente."

Se sobresaltó cuando sintió que Honey se frotaba contra su rodilla, luego miró hacia arriba con sus brillantes ojos muy abiertos, casi como si estuviera preocupada por ella. Los hombros de Lisa se hundieron mientras acariciaba la cabeza de Honey.

"Lamento haberte asustado. Pero... sigo tratando de superarlo. Perdónarme, como dijo el chamán. Él lo sabía de alguna manera, Honey. Él sabía que me castigaba por amarla. Pero tú también lo harías, si fueras yo. Cualquiera lo haría, si hubieras hecho lo que yo hice."

Extendió su mano frente a su cara, examinando su palma y dedos callosos, observando la red de venas debajo de la piel.

Su mano parecía bastante ordinaria, pero a veces, todavía podía ver... sus manos pegajosas con sangre roja cálida, cubiertas completamente como un guante. No importa cuánto se frotará la piel, la desagradable sensación aún no la abandonaba por completo.

Era su culpa, atormentándola una y otra vez cada vez que se encontraba en su punto más bajo, mostrando sus brazos y ropa empapados en sangre, el cadáver sin vida a sus pies y la mujer aterrorizada acurrucada contra el marco de la cama.

"Miau."

Honey estaba muy cariñosa esta noche cuando puso sus patas sobre los brazos de Lisa para llamar su atención y empujar su brazo, pero a Lisa no le importó. Tomó a la gata y fue a sentarse en la silla de nuevo, abrazándola y respirando profundamente mientras sostenía su cuerpo ágil cerca.

Cerradura & Llave (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora