Una vez salí de la consulta me dirigí al muelle en el carro de Nick, y me senté justo donde esa noche en el muelle lo había hecho con Nick. Me puse a observar las aguas, y disfrutaba del golpear de las olas mientras sentía la brisa chocar con mi piel. No sé cuánto tiempo estuve así, quizás horas, pero, no me importó. Necesitaba organizar mis pensamientos y hacer introspección. Debía procesar todo lo que acababa de pasar en las últimas 48 horas, y decidí hacerle caso a la Dra. Martin y pensar en lo que iba a hacer.
El lugar estaba muy tranquilo, y era perfecto para pensar. Por alguna razón, me transmitía una calma profunda. Y ahí fue que mis pensamientos se remontaron a todos los momentos que había vivido junto con Nick en las últimas semanas. Y me puse a pensar en él, en como él siempre aparecía cuando menos pensaba y siempre lograba encontrarme, en como se abría tan fácilmente conmigo, en como él lograba robarme el aliento, en la manera que me besaba tan apasionadamente, en su manera de acorralarme, en la manera en que sostenía mi mano para mostrarme su apoyo, en la forma en que sus ojos me veían, en la manera en la que siempre me dejaba estupefacta ante cual sería su siguiente movimiento. En esos instantes en los que lográbamos conectar, en como en tan poco tiempo él logró entenderme y descifrarme como nadie, en la forma tan delicada que me sostenía y buscaba cuidarme y protegerme, en como estaba ahí para abrazarme cuando mi mundo se derrumbaba, en como en cada oportunidad nos veíamos compartiendo y pasando cada vez más tiempo juntos, en lo especial que me hacía sentir su forma de tratarme, y en los detalles que tenía conmigo y, como por instantes, era dulce y gentil. Él me demostró lo que es que alguien se interese genuinamente por ti y que realmente le importes. Él se preocupaba por mí como nadie nunca antes lo había hecho.
Esos momentos en los que me miraba a lo ojos por un poco más de tiempo o cuando se acercaba y se pegaba a mí un poco más de la cuenta eran los que más invadían mi mente. Sin darme cuenta, me encontraba mordiéndome los labios con tan solo pensar en ellos. Me encontraba sonriendo al estar soñando despierta. Ya no pude negarlo más, me gustaba pensarlo y como eso me hacía sentir. Indudablemente, sí sentía algo por Nick. Sentir es poco. Él alteraba todo mi ser, él sacudía y descontrolaba mi mundo, él me hacía perder el control, y despertaba un huracán de emociones dentro de mí
No tengo ni la más mínima idea, ni entiendo del todo bien lo que sea que es esto que está pasando. Quiero pensar que esos momentos sí significaron algo más, que había una chispa en ellos. Quería pensar que había algo allí, y que no fui solamente yo la única que lo sintió. Quiero creer que esto iba en serio y no era cosa de solo un capricho o una simple aventura.
En ese momento pude escuchar a lo lejos el sonido de un auto, pero no me molesté en voltear. Al cabo de unos minutos escuché unos pasos que se volvían cada vez más intensos conforme se iban acercando a mí. Sin decir nada, él simplemente se sentó a mi lado con su vista plasmada al horizonte. Yo traté de ignorarlo, pero de reojo pude distinguir de quien se trataba. Por más que intenté alejarme de él, nunca pude olvidar la sensación de como se sentía su presencia.
- ¿Cómo me encontraste?- pregunté rompiendo el silencio pero sin quitar mi vista del horizonte.
- Fue Nick. Te ha estado monitoreando a través del rastreador de su auto.
- Típico de él. Debí suponerlo.
- Sabes, está preocupado por ti.
- ¿Y por qué no vino él a buscarme?
- Quiso, pero, no sabía si querías verlo después de lo del ensayo.
- Eso debió haberlo pensado antes de meterse en lo que no debía y no respetar mis decisiones. - justifiqué con arrogancia
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La Propuesta
Romance~ Lexi ~ No tengo el corazón roto, ni siquiera tengo cicatrices emocionales, Porque nadie ha sido lo suficientemente fuerte como para derribar mis muros. No creo en el amor verdadero. Yo no dejo entrar a las personas. Y definitivamente, no necesito...