Capítulo 27 ~ Flores ~

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Aunque no lo quisiera admitir, Nick se preocupa mucho de velar por mí. Demasiado diría yo. 

Cuando íbamos de camino a la casa, él, sutil e indirectamente, trajo el tema de mis salidas recientes y mis llegadas nocturnas a la casa. Trató de no sonar entrometido, pero se notaba a leguas que estaba tratando de indagar a dónde es que salía. 

- ¿Y de cuando acá te preocupa lo que hago o a dónde voy?

- Me preocupa porque, lo que hagas o dejes de hacer me puede perjudicar. - alegó como excusa - Además, si vamos a ser marido y mujer, debemos empezar a crear una relación sólida basada en  la comunicación efectiva y total transparencia, ¿no te parece, cariño? - utilizó mis propias palabras en mi contra como un golpe bajo.

- Buen intento, pero no. Si tanto te interesa saber, tendrás que esperar hasta mañana para averiguarlo en mi perfil. - dije haciéndome la misteriosa y él no tuvo otro remedio más que aceptarlo.


Al día siguiente...

Hoy iba a subir un nuevo contenido que había preparado para mis redes y plataformas. Se estrenaría un videoblog en mi canal y habría un nuevo episodio en mi podcast, lo cual me emocionaba muchísimo. Estaba con mi equipo de producción coordinando los detalles para subirlos y las publicaciones que crearíamos para anunciar que ya estaban disponibles. Después de un rato, se llegó la hora programada y ambos ya se habían publicado. Yo me dirigí a entrar a mi canal para ver cómo se veía el video.

Toda la semana pasada había estado grabando una serie de videos para una dinámica que estaba muy ansiosa de hacer que eran "Citas conmigo misma". Cada día planifiqué una actividad que podría hacer con el fin de disfrutar mi propia compañía y no "temer pasar tiempo a solas". El primer día fui a la playa sola. Caminé por la orilla, me senté a admirar el océano y la puesta del sol, me acosté en la arena para admirar el cielo y sentir como el aire golpeaba mi cuerpo, e incluso intenté hacer un castillo de arena, pero, no soy tan buena construyendo, así que me conformé con escribir mi nombre en la arena.

El segundo día fui a una librería y me tomé mi tiempo para ojear y examinar los libros. Mi plan era sacar un tiempo e ir calmadamente a comprar libros que me interesaran, pero quería hacerlo sin prisa. Estuve unas cuantas horas y al final, salí muy complacida con los nuevos libros que compré. Al día siguiente, fui a un restaurante retro que se encontraba cerca de la ciudad y, según había visto, tenía karaoke. Al llegar, fui a la parte de atrás del restaurante donde se encontraba el ambiente. Había una considerable cantidad de personas bailando al ritmo de la música, y yo me abrí paso hacia la pista de baile y empecé a bailar como si nadie me estuviera viendo. En ciertos momentos, abrían el micrófono para el karaoke y yo me lancé a cantar varias canciones mientras todos los demás me seguían en coro, hasta que me quedé sin voz, y entonces volví otra vez a bailar. Esta vez, me aseguré de que nadie malinterpretara mis ganas de bailar con ganas de compañía o de que alguien me sacara a bailar. Y así me la pasé el resto de la noche hasta que mi cuerpo ya no aguantó más y decidí volver a casa. 

El jueves me puse un vestido muy femenino, hice una canasta de picnic, y conduje hasta una panadería en donde compré uno de mis postres favoritos. Luego me dirigí al parque e hice un día de campo conmigo misma. La idea era empezar a leer uno de los libros que había comprado el Martes y admirar los alrededores. El viernes decidí hacer algo más tranquilo, hice una receta casera de un postre nutritivo, hice palomitas, me puse mi mono de pijama de Angel, y me senté a ver una película en la gran plasma de Nick. Al final, terminé viendo una de mis películas favoritas: "Fabricante de Lágrimas". El último día, decidí ir a un café a sentarme a escribir con mi bebida favorita a un lado. Quería probar cambiar de ambiente del que usualmente acostumbro cuando me pongo a escribir, y no estuvo tan mal. Fue una experiencia interesante. De regreso a la casa, pasé por una floristería y decidí detenerme a comprarme una flores y tomarme el tiempo de elegir las que quería, porque, ¿para que tienes que esperar a que alguien más te regale flores cuando tú misma puedes regalártelas y tener ese detalle contigo misma simplemente porque te lo mereces? En fin, el video trataría de eso, de documentar lo que hice en cada día de cada cita conmigo y como me fue; ahora, el podcast, sería yo hablando mi opinión personal de como fue esta experiencia de "pasar tiempo a solas".

".... fue algo muy desafiante, lo sentí como todo un reto para mí el yo salir y exponerme a que todos me vieran haciendo esta clase de cosas "sola". No es lo mismo estar yo encerrada en mi habitación leyendo sola, o viendo una película sola, o simplemente, estar sentada en la soledad de mi habitación. Ahí es fácil estarlo, lo difícil es cuando te toca enfrentarlo con una multitud a tu alrededor, y ahí es cuando entras en la incomodidad. Que "me van a ver", que "¿qué van a decir de mí?", "que me van a ver sola", "que voy a dar lástima...." Cuando lo que pude percibir es que, la realidad es que, la mayoría del tiempo las demás personas están más enfocadas en sus asuntos que en ti. Al final, te das cuenta de que ellos no le dan tanta importancia como tu pensabas, y que estar sola no es el fin del mundo."

".... Si quieres encontrar a alguien que te trate como la reina que eres, que disfrute estar contigo, y que tú también disfrutes pasar tiempo con esa persona, empieza por disfrutar contigo misma . Empieza por valorar y atesorar tu propia compañía, porque si tú no lo haces, ¿cómo esperas que otros lo hagan? Entiende que tu propia compañía es un regalo y que eres una persona increíble y maravillosa con la que vale la pena salir y compartir. Disfruta la soledad y se agradecida por tener ese tiempo contigo misma, por tener ese tiempo de calidad contigo de por fin estar presente con tus pensamientos, lo cual es un total lujo que no muchos tienen."

"Tú también mereces un tiempo para ti. Tú también eres importante, eres tu prioridad. Y no esperes a que la vida te ponga en una situación donde te obligue a tener que enfrentarte a "estar sola", no. Aprende a estarlo desde ahora, y esa vocecita de incomodidad, de ansiedad, y de vergüenza se irá disminuyendo hasta que ya no la puedas escuchar.... ----- No hay palabras para explicarlo pero, esta experiencia de tener citas contigo misma, definitivamente te va a hacer crecer sí o sí. Te hará crecer y madurar mental y emocionalmente, y te permitirá conocerte y conocer otro lado de ti en medio de esas circunstancias."


Estaba muy satisfecha con el resultado final y solo espero que el mensaje llegue a más personas para que puedan hacer consciencia sobre la importancia de pasar tiempo con ellos mismos y no teman hacerlo. Salí del estudio e iba camino a mi oficina cuando me encontré a Nick.

- ¿Así que por eso eran las flores? - preguntó abordándome

- Vaya, no sabía que eras tan fan de mi contenido. - insinué enorgullecida 

- Debo estar al tanto del contenido que sube la gente de mi empresa. - alegó

- Sí, claro, como tú digas... - respondí, pero aún no me convencía del todo.

- Como sea, buen trabajo, Evans. Tienes talento para esto. - replicó enderezándose

- Se siente bien escucharlo de tu jefe. - sonreí sutilmente y ambos permanecimos algo tímidos sin saber que decir, pero ninguno hizo ningún gesto para intentar apartarse del otro. - Bueno si me disculpas, debo ir a... - dije rompiendo el silencio. 

- Sí, yo... también ya tengo que irme. - pausó - Te veré luego. - y con eso ambos seguimos nuestros caminos en direcciones opuestas. 

Whoa! ¿Qué fue eso allá atrás? Se sintió como una especie de "momento". 

Agh! Déjate de tonterías! Eso no fue nada. Sólo, olvídalo, y no le des tanta importancia a eso, que sólo es Nick. - dije para mí misma mientras me dirigía a mi oficina.

Llegué hasta mi oficina y en ese instante, observé que recibí una notificación en mi celular. Era un mensaje de un número desconocido, lo cual me desconcertó. Desbloqueé mi celular para ver el mensaje, y decía lo siguiente:


Número desconocido:

Me dió gusto haberte acompañado a cada una de esas citas. Disfruté mucho de verte tan sola, y tan indefensa... :)

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