~ Lexi ~
No tengo el corazón roto, ni siquiera tengo cicatrices emocionales,
Porque nadie ha sido lo suficientemente fuerte como para derribar mis muros.
No creo en el amor verdadero.
Yo no dejo entrar a las personas.
Y definitivamente, no necesito...
Había agendado con Melanie ir a ver hoy lo del vestido de novia, y yo no estaba que diera brincos de emoción por eso. Simplemente era una pérdida de tiempo ya que ni siquiera es mi boda de verdad, y el hecho de que me fuera a probar vestidos de novia me daba la impresión equivocada. Y tampoco venía con la ilusión de que fuera a encontrar mi "vestido ideal", aunque tampoco era mi intención hacerlo. Sentía mucha presión sobre mí por esta boda, como si debiera ser la novia perfecta.
Chloe, Kris, Elena y Helen decidieron acompañarme en esta búsqueda, ya que prácticamente me obligaron a decirles cuando sería mi prueba del vestido e insistieron en acompañarme, así que no tuve de otra, como si no tuviera suficiente...
- Oh, querida, ¿no vamos a esperar a tu madre?- preguntó Elena
- No, ella... está muy ocupada en viajes de negocios, así que no podrá venir. – dije tratando de sonar convincente
- Nosotras estamos aquí, y eso es lo que cuenta. – dijo Chloe colocando su mano encima de mi hombro en señal de apoyo. - Así que, empecemos de una vez con esto.
Entramos todas por fin a la boutique y cada una se fue por su lado a explorar los diferentes vestidos. Yo, por mi parte, me limitaba a ojear por encima los vestidos para ver si encontraba algo lo suficientemente apropiado para usar ese día, pero no hallaba nada que me convenciera del todo. Las chicas regresaron con algunos vestidos en mano, expresando su deseo de que me los probara, a lo cual no pude negarme.
Empecé con el vestido que trajo Elena. El vestido era uno con corte de sirena con mangas largas transparentes y tenía un cinturón rosa-dorado. Era un vestido bastante sencillo. Como era el primer vestido todas se emocionaron al verme en él. Hubieron varios cumplidos, aunque Chloe y Kris pensaron que era muy simple.
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Después siguió el vestido de Helen. Era uno blanco liso que dejaba al descubierto los hombros. Era bastante simple. Helen insistió en que me lo probara con un velo puesto. Hubieron opiniones divididas respecto al vestido. Sinceramente, fue de los menos que me gustó, aunque Helen estaba muy contenta y emocionada.
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