Prólogo

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Obsesión

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Obsesión.

Eso es lo que siento por ella. Y me repudio por ser tan enfermo, por seguirla, por vigilarla como si fuese una presa.
Por más que quise parar, no hay caso, es como una puta luz en medio de la oscuridad, y yo soy una simple polilla que la sigue como si de ella dependiese mi vida.

~~~ ☆ ~~~

El día al fin termina. Después de tantas juntas y reuniones, por fin estoy libre.
Ahora puedo volver a lo que en verdad importa, y lo que me ha mantenido alerta desde hace horas.

Ella.

Enciendo mi laptop y observo atentamente la pantalla, no tardo en enfocar mi objetivo.

La castaña está en pijama, preparada para dormir. Acomodando su cama con tranquilidad, mientras tararea una canción.

Se recuesta y mira al techo un momento, al parecer no esta cansada, a pesar de qué me ha molestado todo el día. La veo suspirar, y frotarse el rostro con algo de molestia, como si quisiese apagarse automáticamente, pero no pudiese.
Divaga por largos minutos, en donde también da vueltas en la cama. Hasta que veo como sus manos bajan por su torso lentamente, ella cierra los ojos, y entre abre sus labios, adentra su mano dentro de los shorts del pijama. Y gracias a la tenue luz de la luna entrando por la ventana de su habitación, puedo ver perfectamente cómo profaba su propio cuerpo.

Esto no está bien...

Comienza a tocarse, arquea la espalda, y jadea bajo, mi moral me dice que pare, pero mi lado perverso no puede dejar de ver.
Veo como se retuerse gimiendo alto, y apretando las sábanas con su mano libre. Poco a poco toma aún más intensidad, y de pronto se detiene, se quita los benditos shorts rosados, y desabotona su blusa dejando sus bonitos y redondo pechos al descubierto. Maldita, se ve tan jodidamente exquisita.

La castaña acarcia su feminidad, y cierra los ojos disfrutando de su momento íntimo. Relame sus dedos y los lubrica para lo que viene. Abre sus piernas aún más, y penetra su coño con dos de sus dedos, en un delicioso ritmo suave.
Aprieto mis puños, y me mantengo estático sin apartar la vista de la pantalla.
Veo como enloquece y aumenta la intensidad. Jadea, se remueve como vibora, se entrega, y deja que su cuerpo arda en placer. Sus piernas tiemblan,  y sus pechos vibran al compás.

—¡Señor Keller!—Grita jadeante llegando a su limite.

¿ME HA DESCUBIERTO?

—¡Dios, así...justo así!—Jadea aun más alto cerrando sus piernas cuando la zona se vuelve sensible.

Solo esta fantaseando.

—También me vuelve loca, señor Keller...—Susurra luego de un largo silencio.—Joder, moriría por qué esten aquí, por sentir sus manos en mi...—Respira profundo y sonríe divertida.—Dedo dejar mi obsesión por ellos. Es absurdo. Jamás me verán como otra cosa que no sea su secretaria.

Oh, el acosador, resultó acosado. Peor aún, ella no sabe que así como yo, parte de mis hermanos también tienen acceso a esas cámaras.

Si, aquí arderá el mundo.

Dulce Fantasía | +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora