Desde aquella noche no podía dejar de pensar en él. Sus ojos, su boca, sus besos, se quedó en mi subconsciente como un tatuaje. Y por más que quise convencerme de que aquello estuvo mal. No podía, bueno, mi cerebro lo sabía, pero mi cuerpo no, y este último clamaba por aquel desconocido cada noche. Maldita locura.
Tomé como rutina abrir la ventana, y asomarme fuera, esperando que en algún momento él regresara, pero jamás pasó. Y para estas alturas he renunciado a la idea. Aun asi, opté por dormir con un cuchillo cerca de mi cama, con la esperanza de defenderme si se hace presente. Me he imaginado el suceso, y siempre termina manipulandome.
Y me autocastigo por ello, soy conciente de que esta mal. Pero mi juicio se ve nublado ante el recuerdo. Es difícil de explicar, pero su presencia era..<<Peculiar>>.Debo parar, a puesto que solo fue un lunático que rondaba por ahí, o un loco asesino serial que por alguna razón no acabó conmigo.
En fin, lo único claro, es que el hombre misterioso no volvería, y yo debía vivir con ese recuerdo.
Por otro lado, lo que sucedió con aquel coche que según ese sujeto me "seguia", no lo he vuelto a ver. Tampoco hubo señales extrañas. Al contrario todo ha ido relativamente bien. Pero aún sigo pensando en ello casi todo el tiempo. Evité mencionarlo con Jess, solo porque me avergonzaba admitir que por poco tuve sexo con un completo desconocido. Lo peor es que yo estaba completamente de acuerdo con ello. Y una parte de mi se cuestiona que hubiese pasa si Jess nunca...
—¿Val?—Angeles se hizo presente en mi campo de visión, trae un bolso rosa de correa, y va vestida con un enterizo blanco, blazer negro y tacones del mismo color.
—Hola..—Saludé amigable.—Franco esta con Agustus...—Aviso con sonrisa. Ella me cae muy bien, ha sido muy cortés, y amigable las pocas veces que nos hemos cruzado.
—Oh, ya veo. Espero no te haya dado muchos problemas..—Muerde su labio inferior con remordimiento.—A veces es todo un caso..
—De hecho se comporto muy bien, es enérgico. Y muy charlatán.—Comento recordando todo lo que me contó en solo media hora, aprendí muchísimo de los Keller, más de lo que creí que podía saber, y todo a través de un niño. Mi "yo" de hace un mes hubiese enloquecido, pero justo ahora mi obsesión por los hermanos ha descendido notablemente.
—Lo sé. —Suspira resignada, se ve estresada.
—¿Esta todo en orden?—consulto sin muchos rodeos.
—Si, solo es que la tutora de Franco renunció hoy, y bueno. Es difícil, él perdió a su padre hace poco tiempo, le cuesta adaptarse, por ello toma clases en casa, y ahora estoy preocupada, porque la agencia me dará una tutora de aquí a dos semanas como mínimo, no se que haré con él. Tengo miedo de que pierda el ritmo, y le cueste retomar.—La rubia se ve notablemente estresada.
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Dulce Fantasía | +21
RomanceHistoria no apta para menores de 18 años, ni personas sensibles. •°•°•°•°•°•° Confundir amor con obsesión es el primer paso a la locura. Pero ninguno de nosotros estaba del todo cuerdo, y eso nos hizo perder todo... Si pudiera volver el tiempo atrás...