Capitulo 11

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Eran 2

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Eran 2.45 p.m del domingo cuando mi abogado llamó a mi movil personal. Ignoré el primer llamado, tal vez quería hablar de papeleo respecto al matrimonio o lo que fuera, y no tenía ánimos. Este día había sido tranquilo, y apesar de que mi fin de semana fue de trabajo neto, ahora solo quería relajarme y tomar aire en las sillas reclinables juntos a la piscina e ignorar al mundo.
Eran escasos los momentos tranquilos en la gran mansión que compartimos con mis hermanos, siempre estábamos juntos trabajando o pasando el rato. Por lo que valoro mi soledad como oro.

—Señor Keller..—La mucama se acercó a paso rápido haciendo resonar sus tacones contra el piso de cerámica, traía el teléfono inalambrico en su mano izquierda, y en la otra un sumo de naranja que dejó en la mesilla a mi lado.—Es el señor Cotto...

Suspiré y me senté en la silla para poder recibir el teléfono.

—Gracias Sowi, puedes retirarte.—Ella asintió y se marchó de inmediato.—¿Que pasa, Cotto? Es domingo no quiero oir problemas...—Tomé el vaso para saborear el sumo mientras oía al hombre del otro lado de la línea.

—Ja, lo mismo digo yo, pero un periodista llamó para extorsionarte. Tiene la primicia de que vas a casarte con Mila Kristen.—casi escupi el sumo de naranja.—¿Que haremos?

Adriel.

—No puede salir a la luz aún.

—No me digas...—obvia con sarcasmo.—¿Quien pudo ser el boca suelta que te entrego a la prensa?

Nada más y nada menos que mi hermanito.

—Yo me haré cargo. Tu solo encárgate de callar al maldito periodista.—Sentencio antes de colgar y maldecir para mis adentros.

Me levanté y fui directo a la sala.

—¿Has visto a Adriel?—Pregunté al ama de llaves que negó rápidamente.

Fui a la cocina y pregunté al personal nuevamente, pero nadie sabía dónde estaba el hijo de perra.

—¡Maldita sea!—Golpeé la encimera del comedor irritado.

—¿Me buscabas?—Todo el personal quedo de piedra cuando Adriel entró en la cocina con desdén, tenia puesto lentes de sol, vestia traje de baño, con una camisa sin abotonar y calzado de playa.

—¡¿Que mierda te pasa?!—Me fui contra él molesto, pero apenas se inmutó. Nadie se interpuso, al contrario, todo el jodido personal nos dejó a solas en segundos.—¡¿Contéstame mocoso estúpido?!—Tomé el borde de su camisa.

—Primero, no me grites.—Me empujo para librarse de mi, y luego acomodó su ropa con tranquilidad.—Y segundo, te lo advertí. No me hiciste caso, y he aquí las consecuencias...

Apreté los puños.

—Me estoy olvidando de que eres mi hermanito menor...—Aviso entre dientes.

—Tócame un solo pelo y veremos quien gana al final...—Me desafia airoso, sabe que seria incapaz de golpearlo. Es mi hermano menor, y aunque se que iríamos parejos en una pelea, me juré nunca volver a golpearlos, no después de que me molesté con Aziel por una tontería, y le quebré un brazo al dejarme cegar por la ira.—Vamos Aarón...¿Que esperas?—me empuja con una sonrisota en sus labios.

Dulce Fantasía | +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora