Capitulo 10

1.7K 89 7
                                    

—¿Puedes relajarte? Ella ya se ha ido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Puedes relajarte? Ella ya se ha ido..—Ancel me ve a los ojos.—Dime que sucede..

Miré unos segundos hacia donde Valery había corrido y sentí una sensación extraña recorrer mi piel. Algo no pinta bien.

—Sasha quiere que contraiga matrimonio con Mila Kristen. —Suelto de una vez y Ancel abre los ojos asombrado.—En realidad quería que Agustus lo haga, pero él se negó, por obvias razones. Entonces recae en mi...—siempre recae en mi.

—Diles que no, no pueden obligarlos a hacer algo semejante, no estamos en el siglo veinte...—Palmea mi hombro animadamente.—Vamos hermano, no tienes que sobre pensar...

Lo miré fijo unos segundos y luego suspire profundo, eso no era lo que en verdad me preocupaba. Si no el hecho de que alguien nos estaba vendiendo a los enemigos. Por lo que es mejor tener aliados, y la familia Kristen era un buen aliado entre los más pesados y respetados de la ciudad y del país.

—Veré que hago..—me alejé y caminé escaleras abajo.

—¡Aarón!—Ancel me llamó y lo miré de reojo.—Se que estas molesto, pero no hagas locuras. No tienes que protegernos. Ya no somos niños..

—Lo sé, Ancel.—Asentí levemente y continúe con mi camino. Mi hermano pedía algo imposible, desde que tengo memoria se me enseño que soy mayor que ellos, y debo protegerlos, no tengo opción. Agustus puede ser el mayor de todos nosotros, pero carece de buen liderazgo, su temperamento y falta de paciencia lo vuelve un líder inestable y poco eficiente al momento de enfrentar un problema grande. Por lo que siempre recae en mi. Y al parecer esta vez no será la excepción.

Al llegar al subsuelo el portero ya me esperaba con mi coche en la entrada, me saludó formal, y yo solo conteste con un asentimiento de cabeza.
Entre en mi coche, me coloqué el cinturón y acelere profundo haciendo rechinar los neumáticos contra el suelo.

—¡¡Maldita sea!!—golpeo el volante frustrado.

Necesito liberar tensión, y lo necesito lo antes posible, o si no voy explotar contra un inocente.

La trate mal...

Sus ojitos brillando con miedo siguen en mi mente, como si fuesen una tortura.

¿POR QUE LO HICE?

Ella no tiene la culpa de nada, al contrario...es tan...

Ahs basta, Aarón. Hay cosas más importantes que los sentimientos de la secretaria del inepto de Agustus.

Es verdad.

Conduje en silencio mientras mantenia mis nudillos blanco de tanto apretar el volante, poco a poco mi mente se liberó de la castaña de ojos azules, y la rabia hacia toda esta mierda tomó el control otra vez.
Al llegar a destino bajé de inmediato y cerré el coche con seguro lanzándo las llaves hacia el chico del estacionamiento que me veía asombrado.

Dulce Fantasía | +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora