_ᵍˡᵒᵛᵉˢ ᵒᶠ ᵍˡᵒʳʸ

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Nunca más la agrado la idea de salir siquiera a la barrera del campamento, si dentro se sentía inquieto por fuera sentía que moriría apenas pusiera un pie afuera y sintiera la sensación de polvos de hadas dar cosquilleos en su cuerpo, pero ahora n...

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Nunca más la agrado la idea de salir siquiera a la barrera del campamento, si dentro se sentía inquieto por fuera sentía que moriría apenas pusiera un pie afuera y sintiera la sensación de polvos de hadas dar cosquilleos en su cuerpo, pero ahora no podía evitar esta misión, era su responsabilidad la gloria, no es el más capacitado, pero alguien creía que era el indicado, la sorpresa de la noticia cayó como un barril de agua a sus hermanos, sintieron un nudo en su estómago, al mismo tiempo de sentirse orgullosos se sentían angustiados, incluso si él vivió la mayor parte de su vida fuera del campamento para él, todo sería desconoció.

Cada pasa fuera de su cabaña se sentía como un pesado y doloroso pinchazo en sus pies, a un que se trataba de mantener firme en lo que ocurría de aquí en adelante, jamás espero que este día llegara tan pronto, mordía sus labios en secreto, dos de sus hermanos le ayudaron a alistar su mochila, guardo la suficiente ropa y comida, su termo fue llenado, le dieron su último abrazo, y mientras caminaba a donde estaban ya los chicos.

Colina arriba, miro a sus lados, todos parecían tan tranquilos fortaleciéndose, trago duro, siempre le gusto este ambiente, y ahora de ellos dependía que se mantuviera así, conocía las intenciones, capaz los mismos dioses pondrían en contra a sus propios hijos, las amistades se romperían y sé los bandos dejarían juegos solo para complacerlos a ellos, aun con la mirada en frente, y sumido en sí mismo, choco con alguien más fuerte, cuando retrocedió el contrario lo tomo ligeramente evitando que callera, pero él ni siquiera pudo tocarlo.

— Félix — murmuro aquel chico pelinegro de cicatriz en su ojo, lo miro por un segundo y se logró separar, el contrario solo dio media sonrisa, en su mano había algo.

— Luke — pronuncio con cierta sorpresa, él pudo ver abrir la boca, soltar una risa nasal, al mismo tiempo que ladeaba un poco la cabeza, en sus manos apretó lo que parecía tela.

— Hey Felix, tomo, me los dieron para ti, Clovis — termino su frase entre cortada, pero a un así no dejaba de sonreír, algo muy típico de él, no solo era un líder digno, si encantador al hablar.

— Gracias, Luke — tomo aquellos guantes, y los miro, negros con detalles azul rey, no pudo evitar sonreír por el detalle de su hermano, pero luego se transformó en una mueca triste, “úsalos, espero te ayuden mucho, tqm clovis" noto la pequeña nota en etiqueta y entre abrió la boca soltando balbuceos.

— Guau, qué ingenioso — murmuro, y enseño los guantes el otro solo asintió poniendo ambas manos en frente, miro detenidamente el cómo el otro se los coloca, no era una sorpresa el cómo su hermano se preocupa, él era de aquellos niños semidioses que había heredado ciertas habilidades con su padre, pero su mal manejo de emociones en su niñez hicieron que ahora aquellas habilidades fueran una montaña rusa.

A sus 14 años, podía estar tranquilo por un momento, pero al siguiente tener a medio mundo a su lado durmiendo, es por eso que a menudo evitaba el contacto físico, a toda costa, a un que ahora supiera como estabilizar aquellas habilidades se le inducio un miedo por su culpa, que a un que los guantes no fueran necesarios, Clovis sabía que en fondo a un que su hermano se mostrara triste por fuera, en el fondo suspiraba aliviado.

— Lindos, si creo, bueno cumplí mi misión — rio un poco, y es verdad no era sorpresa ver a menudo a los hijos de Hermes haciendo tareas de mensajeros, ellos podían incluso saber cada chisme nuevo del campamento, a un que no conviviera mucho de día con Luke, sabía que los campistas le confiaban sus recados y mensajes más preciados, los cuales cumplía sin problema.

— Gracias, espero mi hermano te haya ya pagado, me quede sin un céntimo — comenzó a tocar por encima de su ropa mirando al otro, quien negó rápidamente.

— Nha, la cabaña invita — Félix dio una leve sonrisa, y miro al otro que se acercó, pasando acercando su mano a él, paso sus dedos por encima de aquella cuerda que colgaba en su cuello, totalmente vacía, trago duro, al verlo rodearlo en media vuelta, coloco su mano sobre el hombro del de lentes.

— Mucha suerte Félix, ten cuidado — animo el otro, no era sorpresa ver lo amable que era Luke con todos y con Félix no era la excepción, por último pronuncio.

— Trae la gloria a nosotros, llena aquel cuello de logros — le dijo y el menor solo asintió, es lo necesitaba una motivación antes de seguir con su camino, ambos comenzando a ir por su rumbo pero antes.

— Luke, ¿por qué no compartes tu gloria conmigo? — señalo lentamente a los bolsillos del contrario, quien solo rio, al parecer Félix no era el único del campamento que solía robarse la comida a escondidas, el mayor solo avanzo hacia él riendo, saco un paquete de galletas pequeñas y se lo estiro.

— La mitad de mi logro de hoy te la quedas tú, ¿no sabes lo difícil es que Quirion no lo note? — dijo, mientras el otro tomaba las galletas, él siempre es amable con todos, más con aquellos que iban a misión, con suerte habría más para ellos y con mala suerte jamás volverían a estar cerca, así que no le molestaba darle aquellas galletas al chico, podrían ser las últimas que coma del campamento.

— Lo sé, y también sé que es difícil quitar las manchas de los baños — hablo Félix, al recordar las veces en las que era castigado por robar, a un así, se despidió del pelinegro para subir colina arriba, miro a los chicos, ese trío parecían estar discutiendo eso.

— Termino como un árbol — escucho hablar al rubio quien parecía cerrar los ojos ligeramente por el sol, él abrió las galletas y las comió en silencio, también tomo su termo para beber leche, una discusión apenas saliendo, se pondría bueno.

— No solo es eso, Thalía ha sido a la semidiosa más valiente que he conocido — aquella mini Atenea miro al otro respondiéndole eso, el sátiro parecía estar a punto de hablar.

— Chicos porque no mejor nos calmamos y nos vamos, ya que estamos completos — miro a Félix, quien saludo con una sonrisa.

— ¿Qué haces aquí?, no recuerdo haber elegido — el hijo de Poseidón se puso a defensiva, pero él solo abrió la boca acercándose a Percy.

— Yo tampoco, pero cosas del destino — hablo el de lentes, resoplando y cruzándose de brazos, solo miro al otro rodar un poco los ojos.

— Percy, él nos acompañará, Quirion lo agrego — trato de explicarle grover a su amigo quien lo miraba de reojo algo extrañado.

— Igual como sea, ¿qué es eso? — el ojo azul señalo la mochila del chico de ella colgaba su termo junto a lo que parecía ser un mini oso de peluche, este lo tomo.

— Oh, Oh, ¿esto?, bueno, solo dire alguno de esos dos es un regalo de mi padre, por lo tanto, un arma mágica — miro al rubio señalando esos dos objetos.

— Por favor dime que no es el oso, prefiero que sea el termo — hablo el rubio, en su cabeza no podía imaginar que un dios le regalara eso a uno de sus hijos, parecía un simple llavero de peluche, pero antes de ni siquiera poder hablar, se le adelantaron.

— No hay tiempo que perder, vamos — anuncio Annabeth quien se apuró a caminar, pero las palabras de percy la detuvieron.

— ¿Quién te puso a cargo? — cuestiono, y la chica no pudo evitar rodar los ojos.

— ¿Quién creíste que estaría a cargo? — cuestiono Grover a su mejor amigo, quien lanzo una mirada de confusión.

— No lo sé, creí que haríamos una votación, ¿quién vota por qué votemos? — él alzó la mano esperando a que los otros lo imitaran, miro a Félix y Grover quienes negaron, la chica suelta un suspiro para comenzar a caminar dejando a Percy.

— ¿En serio nadie? — sin ninguna respuesta solo se dedicó a caminar a lado de aquellos chicos que iban más atrás que la chica.

— Porque se cree la líder, ni siquiera es la mayor, nadie lo es, tenemos la misma edad — con fastidio murmuro y ambos chicos lo miraron.

— En realidad tengo 24 y buenoo — alargo Grover sus palabras ladeando la cabeza al ver a su amigo decepcionado por no tener votos.

— Yo tengo 14, así que si lo vemos de esa forma, Ella es mejor líder, a menos que quieran que yo lo haga, ya sabes por ser el mayor — dijo Félix con una leve sonrisa, pero Percy solo negó dedicándose a caminar.

ɯɐǝɹpʎɐᗡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora