𝐃𝐚𝐲𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦
Un escalofrio, un sueño, siento que caigo en tus encantos, ¿ante un dios?, No, ante una precencia mejor que un dios, nunca digas eso, ¿Pero qué es?, un angel, uno que me pertime soñar, ¿Algo hermoso?, no, solo son pesadillas, pero m...
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El tintineo de la campana resonó y los pasos calmados del rubio hicieron que unas pisadas más fuertes se escucharan, a su lado un chico de parche camino.
— Bienvenidos viajeros al lugar de camas… Hermano — Aquel hombre mayor y desgastado, miro a ambos chicos con una leve sonrisa, Percy fue el primero en caminar al igual que hablar.
— Procusto, hijo de Poseidón — Más que una pregunta fue una afirmación, el mayor se puso derecho.
— Prefiero Crusty — Anuncio, pero luego dio un pequeño aplauso, para seguir con su conversación normal.
— Pero bueno, hijo prodigio, ¿qué te trae por aquí?, ¿Quieres probar alguna de mis camas? — Félix, miro de reojo las enormes camas y luego a Percy.
— No, gracias, sabemos qué pasa, y sabes a qué vine — Procusto es conocido por ser mentiroso y asesinar a los viajeros, al igual que de corrupto, era un caso total.
— Sally Jackson, será mejor que te olvides de eso, de todas formas no la salvaras — su voz fue con burla para luego tomar a percy de sus hombros mirándolo.
— Porque no mejor, pruebas unas de mis camas — siguió persuadiendo al igual que medusa.
— Ni siquiera parecen buenas camadas — Si algo sabia, Félix es saber qué cama era la correcta por dormir, y por más que en todo el viaje tuviera sueño ni loco, se dormiría en una de esas camas incómodas.
— ¿Disculpa?
— Cree, sé dé camas, y eso no es una — Se cruzó de brazos y el rubio lo miro de reojo.
— Percy porque no pruebas la cama y le dicen a tú… suplicó que son cómodas — Percy no hizo caso ante eso.
— ¡Que las pruebes!
— Mejor tú — El hijo mayor de Poseidón fue arrogado a una de las camas que pronto lo envolvieron en sabanas, Annabeth apareció de repente quitándose la gorra.
Procusto comenzó a gritar mientras los tres chicos miraron detenidamente la escena y la puerta se abrió lentamente, dejando ver a un sátiro apenado.
— ¿Terminaron? — Paso adentro mirando raro la escena de un hombre atado en la cama, sin duda un dispárete de grupo.
— ¿Qué pasa Grover? — Félix miro detenidamente al sátiro, quien parecía ansioso por alguna razón.
— Esto me pone nervioso — delante de ellos estaba una puerta completamente de metal, detrás de ese lugar, había lo que habían buscado por días.
— Toma esto — Annabeth le paso una pelota roja que apretó soltando un chillido.
— ¿Mejor? — Esta vez percy miro a su amigo que asintió un poco.
— ¿Y si no lo logramos?
— ¡No lo harán!
— ¡Tú cállate! . . ¡Gemelos! — Félix y Percy callaron en al procusto quién trataba de desanimarlo, luego de eso quedaron en un silencio dándose cuenta de su sincronización.
